CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El diálogo interreligioso requiere sinceridad y respeto mutuo para ser fructífero, dijo el Papa Francisco a los líderes cristianos y musulmanes.
También requiere "la conciencia tanto de las convergencias como de las divergencias" entre los diferentes credos, dijo, pero con énfasis en "lo que nos une a nivel religioso y espiritual, así como a nivel ético-moral".
El Papa se reunió el 4 de mayo con líderes católicos y musulmanes reunidos en Roma para el sexto coloquio entre el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y el Real Instituto de Estudios Interconfesionales, con sede en Ammán, Jordania.
El príncipe jordano El Hassan bin Talal fundó el instituto en 1994 para promover "valores humanos y éticos comunes que contribuyan a reforzar la cooperación y las relaciones interconfesionales" y rectificar ideas erróneas sobre los demás, según el sitio web del instituto.
En sus palabras a los asistentes al coloquio, el Papa Francisco elogió el "liderazgo ilustrado" del príncipe y la labor del instituto en relación con "la preservación y mejora del patrimonio árabe cristiano".
"No puedo sino expresar una mayor gratitud, porque esto no sólo beneficia a los ciudadanos cristianos de ayer y de hoy, sino que también protege y consolida este patrimonio en todo Oriente Medio, tan diverso y rico en etnias, religiones, culturas, lenguas y tradiciones", dijo.
"Se trata, en efecto, de preservar celosamente cada pieza de este hermoso mosaico", que se beneficiaría de una estrecha cooperación con otros institutos cristianos que tienen el mismo objetivo, añadió.
El Papa Francisco también expresó su "aprecio y gratitud" al tío del príncipe, el rey Abdalá II de Jordania, "por su atención a las comunidades cristianas no sólo de su país, sino también a las de Medio Oriente, especialmente en tiempos marcados por los conflictos y la violencia".
"Su majestad no se cansa de repetir que los cristianos de esas benditas tierras son nativos, lo que significa que viven donde sus antepasados vivieron durante largos siglos", dijo el Papa.
El Papa también dijo a sus invitados que ha sido puesto al día sobre "la tragedia en Turquía y el norte de Siria", que habían sido golpeadas por dos terremotos devastadores el 6 de febrero, matando a más de 59,000 personas y causando decenas de miles de millones de dólares en daños físicos directos.
"También nuestro corazón está cerca de las muchas personas que han sufrido a causa de este terrible terremoto. Recemos por ellas y hagamos todo lo posible por ayudarlas. Hay musulmanes, cristianos, nuestros hermanos y hermanas", dijo.