CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El Papa Francisco pidió a María que mire con misericordia a la familia humana, "que ha perdido el camino de la paz", y confió a su protección las regiones del mundo y las naciones en guerra.
"Reina de la Paz, tú sufres con nosotros y por nosotros, al ver a tantos hijos tuyos probados por los conflictos, angustiados por las guerras que desgarran el mundo", dijo el Papa durante un servicio de oración por la paz en la Basílica de San Pedro el 27 de octubre.
"En esta hora oscura -- es una hora oscura, Madre -- nos sumergimos en tus ojos luminosos, nos confiamos a tu corazón, sensible a nuestros problemas", dijo, mirando un icono de María.
Con un rosario de cuentas negras en la mano, el Papa Francisco rezó con cardenales, obispos y delegados de la asamblea del Sínodo de los Obispos, recordando la fuerza y la iniciativa de María en varias escenas del Evangelio -- la visitación, las bodas de Caná, la pasión y resurrección de Jesús.
"Ahora, Madre, toma de nuevo la iniciativa por nosotros, en estos tiempos desgarrados por los conflictos y consumidos por el fuego de las armas", dijo el Papa. "Enséñanos a acoger y cuidar la vida -- ¡toda vida humana! -- y a repudiar la locura de la guerra, que siembra muerte y anula el futuro".
El Papa Francisco pidió a María que “sacude el alma de quien está atrapado por el odio, convierte a quien alimenta y fomenta conflictos".
"Reina de todos los pueblos, reconcilia a tus hijos, seducidos por el mal, cegados por el poder y el odio", dijo.
El Papa también le pidió que cuidara a las víctimas de la guerra: los niños, los ancianos y aislados, los enfermos y heridos y los que se ven obligados a abandonar su patria y a sus seres queridos a causa del conflicto.
"A ti consagramos nuestro mundo, especialmente los países y regiones en guerra", dijo el Papa sin nombrar ninguna nación o región en particular. "A ti consagramos la Iglesia, para que, en su testimonio del amor de Jesús ante el mundo, sea signo de concordia e instrumento de paz".
En el altar estaba presente el icono de María, "Salus Populi Romani", que ha estado presente en el escenario de la sala de audiencias del Vaticano donde se ha celebrado la asamblea del sínodo sobre la sinodalidad.
Entre los cardenales presentes en la ceremonia se encontraba el cardenal Matteo Zuppi, de Bolonia, enviado del Papa para la paz en Ucrania y delegado sinodal. También asistieron embajadores ante la Santa Sede de numerosas naciones.
En vísperas de la última jornada de trabajo de la asamblea del Sínodo de los Obispos, el papa Francisco pidió a María que nos ayude "a custodiar la unidad en la Iglesia y a ser artífices de comunión en el mundo".
"Recuérdanos la importancia de nuestro papel", dijo, "haz que nos sintamos responsables de la paz, llamados a orar y adorar, a interceder y reparar por todo el género humano".
Tras la oración del Papa Francisco por la paz, se expuso la Eucaristía en el altar mayor de la basílica y se observó un momento de oración silenciosa en adoración.
El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, dirigió la bendición, bendiciendo a las personas reunidas en la basílica haciendo la señal de la cruz con la custodia, rezando "adoremos con fe viva el santo misterio de tu cuerpo y de tu sangre".