La formación de los laicos es una tarea fundamental en la vida de la Iglesia Católica, ya que son los fieles laicos quienes, a través de su compromiso y testimonio, llevan el mensaje de Cristo al mundo. En nuestra diócesis, se han implementado diversas iniciativas para fortalecer esta formación, con el objetivo de capacitar a los laicos en su labor evangelizadora y en su participación en la vida eclesial.
Los participantes asisten a sesiones de formación periódicas, que son impartidas por sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos especializados en cada área. Además, se promueve la participación en grupos de estudio y reflexión, donde los laicos pueden profundizar en los temas tratados y compartir sus experiencias. Ellos tienen la oportunidad de adquirir conocimientos, teológicos, espirituales, teóricos y habilidades prácticas, para dar un mejor servicio en su parroquia o movimiento eclesial al que pertenecen.
La formación de los laicos a nivel diocesano es esencial para fortalecer su papel y participación en la vida de la Iglesia. A través de esta formación diocesana, se brinda a los laicos la oportunidad de crecer en su fe, adquirir conocimientos sólidos y desarrollar habilidades pastorales. Estas iniciativas contribuyen a formar laicos comprometidos y preparados para llevar el mensaje de Cristo al mundo y colaborar activamente en la construcción del Reino de Dios en el contexto de nuestra Iglesia Local.
A continuación, presentamos algunos ejemplos de cómo se está llevando a cabo esta formación en diferentes áreas de la diócesis de Tucson:
“A través de participar en la Formación Nivel I de la Diocesis de Tucson, pude redescubrir los principios básicos de nuestra Fe Católica. Siendo una nueva parroquiana en la ciudad de Yuma, fue una linda experiencia sentir la fuerza de la unidad de la comunidad católica en esta Diocesis, la cual me mueve a continuar, remando mar adentro con la mirada puesta en Jesús”. - Bessy Ulvert, Parroquia de San Francisco de Asís Yuma, AZ.
“La formación del Nivel II fue importante para mí porque aprendí mucho especialmente de como buscar más información cuando una clase me llamaba la atención. Las dos clases que me ayudaron más fueron la de los Padres de la Iglesia entre ellos San Juan Crisóstomo que es uno de los doctores de la Iglesia conocido por sus predicas con un enfoque en ayudar a los pobres. El otro San Agustín y el largo tiempo que su madre tuvo que orar por su conversión de 33 años. La otra clase fue la de liderazgo y un par de características de un buen líder entre ellas el saber escuchar a las personas y tener empatía por lo que estas personas están pasando en un momento y ayudarlas cuando esto sea posible. Estas dos clases son las que tuvieron más impacto en el Nivel II para mí”. - Luis Contreras, Parroquia de San Juan Evangelista, Tucson, AZ.
“Agradezco a todas las personas que hicieron posible que pudiera tomar el curso de Formación ministerial Nivel II. Para mí fue un recorrido interno muy interesante porque fui reafirmando mi FE con cimientos que pude reforzar con cada clase, con cada instructor y con el compartir de mis compañeros. Hoy por hoy estoy convencida que es muy importante como católica comprometida me esfuerce en aprender y llenarme de conocimientos coherentes en cuanto a mi religión y de esta forma ser una persona responsable de mis acciones en cada actividad que yo realice. En estos tiempos es un reto profesar una religión, en cada clase yo encontré herramientas necesarias para defender de una forma sana la creencia de que la Iglesia no es solo un edificio, si no, cada uno de nosotros que caminamos con la convicción de respetar las enseñanzas de Jesús, las cuales se llevan como estandarte en cada paso que demos. Aprendí que se debe de trabajar en comunidad para llegar a un bien común y que un buen liderazgo puede lograr que un grupo bien informado y apoyado logré los mejores resultados para nuestra comunidad”. - Karina Rivera, Parroquia Inmaculada Concepción Douglas, AZ.
"Me siento profundamente agradecida al Señor por inspirar grandemente al equipo diocesano hispano de formación dirigido por la Hermana Gladys para ofrecer el curso de espiritualidad e impartir los tesoros de nuestra fe en las vidas de dos grandes ejemplos de nuestra fe, Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz. Primeramente, me siento profundamente agradecida con el señor por inspirar grandemente al equipo de formación hispana Diocesana lidereado por Hermana Gladys para impartir estos grandes tesoros de nuestra fe, Estoy segura de que esta formación es un gran regalo de Dios para nuestra Diocesis de Tucson. Conocer la Espiritualidad de Santa Teresa de Avila Y San Juan de La Cruz ha sido una experiencia inmensamente impactante y transformadora para mí. Explorar la vida y las enseñanzas de estos notable santos ha profundizado mi comprensión de la espiritualidad y ha enriquecido mi propio viaje espiritual de maneras profundas. Estoy inmensamente agradecida por los instructores expertos que nos guiaron a lo largo del curso. Su experiencia, pasión y dedicación para compartir la sabiduría de nuestros padres de la iglesia fueron verdaderamente inspiradores. En general, el curso sobre esta espiritualidad ha sido una experiencia transformadora e iluminadora. No solo ha profundizado mi conocimiento y comprensión de la vida de estos santos, sino que también ha encendido un sentido renovado de pasión y propósito en mi deseo por alcanzar la santidad. Estoy agradecida por el impacto que ha tenido en mi vida y la nueva inspiración para vivir una vida de amor, sencillez y devoción. Ánimo de todo corazón a cualquiera que esté abierto a explorar las profundidades de su espiritualidad a que considere inscribirse en este curso. Los conocimientos adquiridos y la transformación personal experimentada serán, sin duda, invaluables. Aprender sobre sus prácticas espirituales y técnicas de oración contemplativa ha profundizado mi propia vida de oración y ha abierto nuevas vías para conectarme con Dios en un nivel más profundo; además, fomentó un sentido de comunidad y exploración compartida entre los demás participantes. ¡DIOS ES BUENO TODO EL TIEMPO!” - Idalia Borquez, Parroquia de San Juan Evangelista, Tucson, AZ.
“A través del curso de formación ministerial Nivel I que pude hacer en línea, pude aprender más de mi Fe. Pude conocer temas nuevos y gracias a esto desarrollar un hambre por conocer mejor mi Fe. Pienso que es muy importante para crecer más en mi relación con Dios y a su vez poder ayudar a mis hermanos en conocer cuan rica es nuestra Religión. Gracias a que la Diocesis de Tucson ofrece este tipo de cursos en línea, a madres de niños pequeños como yo, nos abre una gran oportunidad de aprender desde la comodidad de nuestros hogares, una verdadera bendición. Les recomiendo a todos que tomen estos cursos para que podamos crecer más en nuestra Fe y así poder luchar de la mano de Dios ante todas las cosas del mundo que amenazan a diario a nuestra fe. Estoy deseosa de comenzar nuestro curso Nivel II, con la ayuda de Dios para continuar mi formación ministerial ¡Gracias por esta oportunidad!”. - Deliana Soler, Parroquia de San Francisco de Asís Yuma, AZ.
“Primeramente, damos gracias a Dios por dejarnos disfrutar y aprender de toda esta riqueza espiritual, derramada en Santa Teresa de Avila y en San Juan de la Cruz. Este camino de formación ha sido de mucho beneficio en lo personal y en todo ámbito de nuestra vida, especialmente en nuestros ministerios de evangelización, como por ejemplo el movimiento familiar católico cristiano. La formación es de mucha importancia especialmente en estos momentos de generaciones fundamentadas en el relativismo. El aprender una espiritualidad genuina de maestros tan importantes como Santa Teresa y San Juan de la Cruz entre otros, nos da una sed de aprendizaje que solo se puede satisfacer aprendiendo más de los fundamentos que llevaron a estas grandes mentes y espíritus a tener esa tenacidad y compromiso con nuestro Señor. Esperamos que el mandato de evangelización de nuestro Señor Jesucristo se siga llevando a cabo de esta manera tan importante y sencilla en dónde se puede aprender de una manera relajada y profunda a la vez. Gracias a todos los que hacen posible estas clases de formación que son de mucho beneficio y que cumplen con el mandato de evangelización. Gracias.” - Eleuterio y Guadalupe, Paredes Parroquia de OMOS, Tucson, AZ.
“La formación de Nivel II fue importante para mí porque me proporciono herramientas para ser un buen servidor/líder; como, por ejemplo: comunicación: saber escuchar, ser mejor observador, delegar y ayudar a los demás con sus dones. Aprendí historia acerca de la espiritualidad y de mi fe, y por consecuente me guio a mejorar mis habilidades de servidor/líder, ser más paciente, tomarme mi tiempo para poder escuchar, meditar y poder entender la perspectiva de los demás. Estoy agradecida con la Diocesis de Tucson por proporcionarme estas herramientas para mejorarme como individuo, mi familia y a mi comunidad. ¡Muy agradecida!”. - Patricia Gomez, Parroquia de SEAS, Tucson, AZ.
“Mi experiencia personal fue muy grata, yo fui abierta a lo que Dios quisiera enseñarme, pero se convirtió en un redescubrir de conceptos que yo no entendía bien y una verdadera jornada de fe. ¡Gracias!” - Angelica Legazpi, Parroquia de OMOS, Tucson, AZ.
La Hna. Gladys Echenique, OP es inmigrante argentina. Es religiosa de la Congregación de las Hermanas Dominicas de Oakford, Natal en Sudáfrica. Tiene una Maestría en Ministerio para una Iglesia Multicultural por la Graduate Theological Union de la Franciscan School of Theology de Berkeley, California. Actualmente, estudia una Maestría en Espiritualidad en la Escuela Oblata de Teología en San Antonio, Texas.
Durante los últimos 10 años ha sido la Coordinadora de la Oficina del Ministerio Hispano para la Diócesis de Tucson. Antes de comenzar su ministerio en la Oficina del Ministerio Hispano en la Diócesis de Tucson, fue la Coordinadora del Ministerio Hispano en la Parroquia de Santa Elizabeth Ann Seton en Tucson, AZ. Antes de eso, ella trabajó en dos parroquias diferentes. En la Parroquia de la Santa Cruz en Mesa, AZ como directora del Ministerio Multicultural y en la Parroquia de San Eduardo en Newark, CA como directora del Ministerio Hispano.
Ama a la gente y se compromete con ella. Actualmente, su ministerio se centra en la formación de los laicos. En el proceso de acompañar a la gente, está aprendiendo mucho.
En este momento de su ministerio en la iglesia, le gustaría centrarse más en la espiritualidad. Su principal motivación es el deseo de profundizar en su propia vida espiritual, pero sobre todo ayudar, guiar y enseñar a la gente a profundizar en su vida de oración. Por encima de todo, su prioridad es acompañar a las personas en su camino de fe, escuchándolas, entablando un diálogo que conduzca a un proceso de discernimiento y profundización en el servicio en la Iglesia y la comunidad.