—Papa Francisco, Audiencia General, 21 de junio de 2017
El Día de los Santificados, la Solemnidad de Todos los Santos o el Día de Todos los Santos es una celebración de todos los santos católicos que se celebra anualmente el 1 de noviembre. “En esta Solemnidad, recordamos a todas las mujeres y hombres santos quienes, habiendo completado su jornada terrenal, hoy viven eternamente con Dios. Estos santos, aunque no hayan sido canonizados, nos ofrecen unos modelos de fe y de amor perdurables hacia Dios y hacia sus semejantes” (traducción libre, tomada de Essential Guide to Seasons and Saints, 109).
En la Iglesia Católica, estamos llamados a imitar y a venerar a los santos por sus vidas heroicamente virtuosas, por sus martirios, o por haber ofrecido su vida por los demás. Pero, ¿qué significa venerar y por qué les rezamos a los santos? Venerar a los santos fomenta nuestra fe en Dios y no le resta mérito. Al contrario, nuestra fe en Dios se fortalece por nuestra relación con nuestros hermanos y hermanas en la fe quienes están en el cielo. La Iglesia enseña que, al imitar las virtudes vividas por los santos, los santos nos acercan más a Cristo. Cuando les pedimos a los santos que recen por nosotros, les estamos pidiendo que unan su voluntad con la voluntad de Dios e intercedan por nosotros aquí en la tierra. Esa es la Comunión de los Santos, la que profesamos cada domingo en el Credo.
En su homilía en la Solemnidad de Todos los Santos en el 2015, el papa Francisco dijo:
"Pidamos al Señor la gracia de ser personas sencillas y humildes, la gracia de saber llorar, la gracia de ser mansos, la gracia de trabajar por la justicia y la paz, y sobre todo la gracia de dejarnos perdonar por Dios para convertirnos en instrumentos de su misericordia.
"Así han hecho los santos, que nos han precedido en la patria celestial. Ellos nos acompañan en nuestra peregrinación terrena, nos animan a ir adelante. Que su intercesión nos ayude a caminar en la vía de Jesús, y obtenga la felicidad eterna para nuestros hermanos y hermanas difuntos, por quienes ofrecemos esta misa."
La Solemnidad de Todos los Santos—1 de noviembre—es una fiesta de precepto.