(OSV News) -- Quizás el mensaje más fuerte que se desprende del Segundo Simposio Anual contra la Pobreza celebrado el 18 de abril en la Universidad de Villanova -- "Unitas en acción: Combatir la pobreza y vivir de forma sostenible" -- es que la intersección entre pobreza y destrucción medioambiental no es una coincidencia. En la cadena mundial de contaminación y ganancias, las comunidades pobres se ven casi siempre afectadas de forma adversa y desproporcionada.
Una serie de expertos y activistas se reunieron en el Connelly Center de Villanova para debatir esta realidad literalmente tóxica, y cómo la acción colectiva -- la "Unitas" del título del simposio -- puede intentar abordarla eficazmente.
Ante la proximidad del Día de la Tierra, el 22 de abril, el agustino Art Purcaro, vicepresidente adjunto de la Oficina para la Misión y el Ministerio en Villanova, dijo a OSV Newsque es "un momento excelente para recordarnos a nosotros mismos que Dios creó lo suficiente para todos para siempre".
"Ciertamente no está en el plan de Dios que algunas personas sean pobres y necesitadas de lo más básico", dijo, "mientras que otros acaparan y acumulan lo que Dios ha dotado para el bien de todos."
El énfasis del padre Purcaro se reflejó a lo largo de los paneles del día, el primero de los cuales incluyó al cardenal Peter Turkson, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, y al cardenal Robert W. McElroy, de San Diego, en una conversación con José Aguto, licenciado en Villanova y director ejecutivo de la Catholic Climate Covenant (Alianza Católica por el Clima).
El cardenal Turkson, que desempeñó un papel decisivo en el proceso de elaboración de la encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente, "Laudato Si'", propuso "siete C" para entender la encíclica y orientar la acción ecológica. Estas son: continuidad (el Papa Francisco continúa la enseñanza de sus predecesores); colegialidad (el Papa Francisco desarrolló la encíclica en solidaridad con sus hermanos obispos); conversación (el Papa Francisco llama a un debate sobre nuestro desafío medioambiental común); cuidado (de la creación y de los pobres); conversión (cambio de estilo de vida); ciudadanía (educación en la responsabilidad ecológica); y contemplación (oración y reflexión).
El Papa Francisco señala en "Laudato Si'" que "la misma mentalidad que se opone a tomar decisiones radicales para revertir la tendencia del calentamiento global también se opone a alcanzar el objetivo de eliminar la pobreza. Se necesita un enfoque global más responsable para afrontar ambos problemas: la reducción de la contaminación y el desarrollo de los países y regiones más pobres" (nº 175).
El cardenal McElroy admitió que es fácil sentirse abrumado. "Pienso en la película que ganó el Oscar este año: estamos llamados a hacerlo todo, en todas partes, todo a la vez".
"No es algo ante lo que podamos permanecer tranquilos o pasivos", añadió. "Es algo que tenemos que asumir como parte de nuestra visión como discípulos de Jesucristo, y dentro de toda la comunidad mundial".
La inspiración ecológica -- y un modelo para la acción -- puede encontrarse en la parábola de Cristo del sembrador, dijo el cardenal McElroy, señalando que Jesús comparte dicha parábola en un momento en que los discípulos están "abrumados también".
Como el sembrador, dijo el cardenal McElroy, los católicos están llamados a alegrarse de la cosecha. Destacó éxitos ecológicos como la paralización de la construcción prevista de una fábrica de cemento en una zona pobre de la Diócesis de San Diego, que habría empeorado de forma demostrable la calidad del aire para la población. Pero no hay que pasar por alto el "terreno pedregoso y espinoso" que se percibe, añadió, porque a veces se pueden encontrar allí aliados inesperados. Por último, como el sembrador, los católicos plantan, siguen adelante y puede que nunca vean la cosecha. "Pero debemos tener la esperanza de que perdure", dijo el cardenal McElroy, "de que llegará".
Los autores de best-sellers sobre medio ambiente Naomi Klein ("How to Change Everything: The Young Human's Guide to Protecting the Earth and Each Other") y Raj Patel ("Inflamed: Deep Medicine and the Anatomy of Injustice"), hablaron sobre el "derecho a tener esperanza" mientras nos enfrentamos a la enormidad de un ecosistema roto.
Patel recordó su asistencia a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y a actos similares en los que los expositores presentaban tecnologías para compensar el impacto ambiental de las industrias contaminantes: una especie de "feria comercial del fin del mundo".
"Esencialmente, estas tecnologías eran tecnologías diseñadas para que todo siguiera igual", explicó Patel. Es "innovación diseñada precisamente para permitir que estos monopolios prosperen", pero no para cambiar sus prácticas.
Organizar el cambio, dijo Patel, "sólo puede avanzar a la velocidad de la confianza. Realmente no se puede acelerar la confianza de la gente en un movimiento que parece relativamente nuevo. Así que organizarse a través de la Iglesia acaba teniendo bastante éxito en algunos lugares".
Klein sugirió que "conectar los puntos entre un sistema económico roto, un sistema social roto y un planeta roto realmente nos ayuda a movernos más rápido". Se mostró partidaria de centrarse en "cerrar la brecha entre las palabras y los hechos. Y ahí es donde quizá empiece a brotar alguna esperanza creíble".
La Universidad de Villanova presentó su propio plan y objetivos de sostenibilidad a 10 años (2020-2030), que incluyen la compra del 100% de la electricidad a partir de energías renovables; 0% de residuos a vertederos o incineración; eliminación de los plásticos de un solo uso; reducción del 50% de las emisiones; y más.
Bill McKibben, cofundador de 350.org, un movimiento internacional centrado en las energías renovables, se unió al productor ganador de un premio Emmy Scott Ferguson, productor ejecutivo de la exitosa serie de HBO "Succession", para examinar la desigualdad.
McKibben destacó "la ley de hierro del cambio climático: cuanto menos hiciste para provocarlo, antes y con más fuerza te afecta. Y sigue exacerbando la desigualdad". Enumerando varios ejemplos, McKibben dijo que el más devastador es "llevarse el clima del que dependen las personas para cultivar los alimentos que necesitan para sobrevivir -- y cada vez más, la propia tierra en la que intentan cultivarlos". Por eso la cuestión del cambio climático es de enorme significado práctico.
Ferguson se preguntó en voz alta por qué -- ya que su industria siempre mira a la cuenta de resultados -- las entidades corporativas y municipales no se apresuran a adoptar energías renovables más baratas y menos contaminantes. McKibben lo atribuyó tanto a la inercia como a las infraestructuras.
En una mesa redonda celebrada por la tarde y centrada en la sabiduría y la narrativa de los nativos americanos para sanar las tierras y acabar con la pobreza, Yanenowi Logan, co-vicepresidenta del National Congress of American Indians, habló del racismo medioambiental.
"Quiero que se cuide nuestra salud y que no se nos coloque en zonas de sacrificio por todo el país", afirmó. "Podemos sentarnos aquí y hablar de las partes floridas, bellas y naturales de nuestras tradiciones, pero tenemos exigencias y peticiones reales".
Aportar perspectivas globales a las soluciones de la crisis climática incluye darse cuenta de que "no podemos salir de este problema con el 'capitalismo verde'. Tenemos que replantearnos realmente nuestras estructuras económicas", afirmó Wanjiku Gatheru, fundadora y directora ejecutiva de Barack Girl Environmentalist. "No existen los beneficios en un planeta donde la gente no puede llevar una vida digna".
El racismo medioambiental se dejó sentir con fuerza en el último panel del día, que aportó perspectivas locales sobre la crisis climática, especialmente en la vecina Chester, Pensilvania, una comunidad con un 72% de población negra y un índice de pobreza casi tres veces superior a la media nacional, que también alberga cuatro instalaciones de tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos. La esperanza de vida de los habitantes de Chester es 14 años menor que la de las zonas circundantes.
Tras detallar diversas luchas de la comunidad con intereses económicos y políticos, Zulene Mayfield, presidenta de Chester Residents Concerned for Quality Living (Residentes de Chester preocupados por la calidad de vida), declaró: "No tenemos más remedio que luchar. ... Es violencia medioambiental. Es genocidio medioambiental".