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March 20, 2023Por Gina Christian
(OSV News) -- Los líderes católicos ucranianos en Estados Unidos aplauden la decisión de la Corte Penal Internacional del 17 de marzo de emitir órdenes de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin y su comisaria para los derechos de los niños, Maria Alekseyevna Lvova-Belova.
La CPI acusó a ambos de los crímenes de guerra de "deportación ilegal" y "traslado ilegal" de niños de zonas ocupadas de Ucrania a la Federación de Rusia.
Los crímenes se habrían cometido en territorio ocupado por Ucrania desde al menos el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania, continuando los ataques que había iniciado en 2014 con el intento de anexión de Crimea y el respaldo a los separatistas en las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk.
Más de 16,200 niños ucranianos han sido secuestrados por Rusia, según el gobierno de Ucrania. Con unos 66,000 crímenes de guerra denunciados, Ucrania ha presentado cargos de genocidio por parte de Rusia ante la Corte Internacional de Justicia.
Los cargos de la CPI se enmarcan en artículos especificados en el Estatuto de Roma que rige el tribunal, del que Rusia se retiró en 2016 después de que la CPI dictaminara que las actividades de Rusia en Crimea eran una "ocupación en curso." En la actualidad, 123 países son signatarios del estatuto.
Aunque Rusia no es signataria -- lo que significa que Putin y Lvova-Belova no correrían el riesgo de ser detenidos o deportados salvo en las naciones participantes -- las órdenes de detención "son un avance importante", afirmó el arzobispo metropolitano de Filadelfia y jefe de la Iglesia católica ucraniana en Estados Unidos, Borys Gudziak. "Apuntan al menos a algunos de los crímenes de guerra cometidos bajo la dirección del presidente Putin".
Además, "las órdenes judiciales también llaman la atención mundial sobre la difícil situación de miles de niños secuestrados en Ucrania", dijo el arzobispo Gudziak a OSV Newsen una declaración escrita. "El secuestro de niños forma parte de la estrategia genocida".
La Convención sobre el Genocidio de 1948, de la que Rusia es signataria, enumera como acto de genocidio "el traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo".
Las órdenes judiciales demuestran que "Putin y Rusia serán llevados ante la justicia", dijo Eugene Luciw, presidente del Comité del Congreso Ucraniano de Filadelfia y miembro de la Iglesia Católica Ucraniana de la Presentación de Nuestro Señor en Lansdale, Pensilvania.
Ese mensaje también servirá para "reforzar al pueblo ucraniano" que "ha sufrido tan profundamente" desde 2014, dándoles esperanza en una victoria decisiva contra la agresión rusa, dijo Luciw.
"Por lo menos se está recorriendo el camino hacia la justicia", declaró Jonathan Peri, presidente del Manor College de Jenkintown (Pensilvania), que tiene raíces históricas en la comunidad católica ucraniano-estadounidense y es un centro del patrimonio y la defensa ucranianos. "Rezamos para que la comunidad internacional actúe con rapidez, porque cuanto más se tarde, peor será la situación de la sociedad civil occidental. Todo esto tiene que ver con Ucrania y con algo más que Ucrania. Se trata de la estabilidad mundial y de que las naciones soberanas libres tengan derecho a autogobernarse".
El arzobispo Gudziak afirmó que "es muy importante ir más allá de la retórica y la argumentación periodística y académica para emprender acciones legales", especialmente después de que las sanciones económicas apenas "le hayan rodeado y tocado a la élite financiera y política rusa".
Ahora, Putin "está siendo nombrado presunto criminal", dijo el arzobispo. "La documentación sobre los crímenes de guerra y el secuestro de niños es abundante. Las víctimas tienen ahora una nueva esperanza de que en el futuro se haga justicia".