WASHINGTON (OSV News) -- A punto de cumplir 50 años, la Marcha por la Vida, el evento del activismo católico provida que se lleva a cabo en la capital de la nación cada enero, está a punto de convertirse en parte de un tapiz.
La expansión de las marchas estatales, planeada desde hace mucho tiempo por la organización que organiza la marcha en Washington D.C., resultará en que las marchas provida se realicen en todo el país y durante casi todo el año. El objetivo es tenerlas en los 50 estados para finales de la década.
Con la decisión de 2022 de la Corte Suprema de Estados Unidos, esta derogó el veredicto de Roe vs. Wade de 1973, que hizo del acceso al aborto un derecho constitucional, y devolvió el asunto de la regulación del aborto a los estados. El plan de los activistas provida es mostrar apoyo a las restricciones o prohibiciones del aborto, incluso en estados como Michigan y California, donde los referendos han consagrado su disponibilidad en las constituciones estatales.
La primera marcha estatal en Richmond, Virginia, se realizó en 2019 y atrajo a una multitud mayor de lo esperado, alrededor de 7.000 participantes.
A ésta se unieron y unirán marchas en Bismarck, Dakota del Norte, y Columbus, Ohio, el 6 de octubre; Harrisburg, Pensilvania, 16 de octubre; Lansing, Michigan, 8 de noviembre; y después de las marchas en Washington el 19 de enero de 2024 y Richmond, Virginia, el 21 de febrero, habrá marchas en Atlanta el 22 de febrero, Denver el 12 de abril y Sacramento, California, 22 de abril.
Las marchas previstas para el próximo año en Hartford, Connecticut y Phoenix aún no se han programado.
La presidenta de la Marcha por la Vida, Jeanne Mancini, dijo a OSV News que el objetivo es tener un total de 16 marchas en 2024. "Cada estado es diferente", observó.
En Dakota del Norte, el aborto está prohibido en todas las etapas de la gestación fetal. En Ohio, los votantes decidirán en noviembre si incluyen el aborto en la constitución estatal. Georgia tiene una prohibición de seis semanas, y en Virginia, el gobernador Glenn Youngkin ha dicho que, si los republicanos obtienen el control de ambas cámaras de la Asamblea General en noviembre, impulsará una prohibición de 15 semanas.
Las propuestas legislativas son generadas por March for Life Action, el brazo político de la organización. Mancini dijo sobre California y Michigan: "Allí estamos realmente a la defensiva".
La manifestación y marcha nacional, desde la primera en 1974, ha obtenido el apoyo de los Caballeros de Colón. Las marchas estatales están utilizando asociaciones con diferentes organizaciones de políticas públicas para sus voluntarios. "No existe un enfoque único", dijo Mancini.
La marcha de Pensilvania, por ejemplo, está asociada con el Pennsylvania Family Institute, la marcha de Ohio está asociada con el Center for Christian Virtue y la marcha de Virginia con The Family Foundation.
Además de crear las marchas estatales, Mancini, quien ha liderado la Marcha por la Vida desde que su fundadora, Nellie Gray, murió en 2012, ha ampliado las actividades más allá de sus raíces católicas originales para otorgar a evangélicos roles prominentes durante la marcha. La pancarta en la marcha de Washington en enero fue llevada por estudiantes de Liberty University.
Para Mancini, eso no es una sorpresa. "La marcha no es sectaria en su documento fundacional", dijo, y los evangélicos son "un aliado muy importante para nosotros".
Pero subrayó: "Nuestras alianzas católicas son más fuertes que nunca".
Y, a pesar de la impresión persistente que quedó después de que el presidente Donald Trump se dirigiera a la manifestación Marcha por la Vida de 2020 en el National Mall, convirtiéndose en el primer presidente en hacerlo en persona, "No respaldamos a candidatos. Educamos sobre los temas", dijo.
Después de 11 años al mando, Mancini dice que no tiene planes de irse. "Me siento muy honrada de estar al servicio de la junta (de la marcha)".