(OSV News) -- Los juegos en línea presentan riesgos sin precedentes para la seguridad de los niños, pero los padres siguen siendo la mejor defensa contra la explotación infantil, incluso si no tienen un gran dominio tecnológico, expertos le dijeron a OSV News.
"Cuanto más sana sea la participación de los padres, y cuanto más involucrados estén en la vida de sus hijos de una forma completa y educada, más éxito tendrán los niños y menos posibilidades de sufrir daños", dijo a OSV News el detective Mark Povolny, de la oficina del sheriff del condado de Washington, en Oregon.
Povolny y su equipo llevan a cabo operaciones encubiertas en línea para atrapar a los depredadores, utilizando una serie de plataformas de medios sociales como Discord y Roblox, ambos populares entre los jugadores en línea. Una operación reciente de la oficina de Povolny condujo a la detención, el 13 de abril, de seis sospechosos, entre ellos Sean Baba, de 29 años, que había sido director musical de la parroquia de St. Pius X de Portland, Oregon.
Los juegos en línea se han disparado en los últimos años y representarán una industria de 60,400 millones de dólares en 2021, según un informe de la Entertainment Software Association (ESA por sus siglas en inglés) de Washington, que citaba datos de la empresa de estudios de mercado NPD Group.
El informe de la ESA indicó que la tendencia se ha acelerado con las cuarentenas de COVID-19, y que la media de tiempo dedicado al juego aumentó de 12 a 13 horas semanales entre 2021 y 2022.
Según Adele Chapline Smith, crítica de juegos de OSV News, la evolución del Internet ha transformado los juegos tradicionales en "juegos como servicio en línea". "Cuando yo era pequeña, los juegos eran para un solo jugador o quizá 'cooperativos', lo que significaba que tenías que estar en el mismo sitio con varias personas manejando los controles. Pero ahora muchos juegos son multijugador y online, en los que sólo necesitas una conexión a Internet".
"En el pasado, los juegos solían ser una experiencia solitaria: jugabas solo o venía un amigo y jugaba a tu lado", explica Callahan Walsh, defensor de menores del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC por sus siglas en inglés) de Washington y copresentador con su padre del show "In Pursuit with John Walsh" en el canal ID Discovery. "Ahora un juego abre a un niño a todo el mundo, donde cualquiera en esa plataforma tiene ahora acceso a un niño".
Los juegos que incluyen chat de texto y voz "pueden exponerles a los comportamientos de otros jugadores en línea", afirma Smith. "Me he encontrado con niños que fingen ser adultos, y con adultos que fingen ser niños".
Determinar la diferencia es "complicado" incluso con la función de chat de voz, dijo, ya que la tecnología de cambio de voz -- como VoiceMod, que es compatible con la mayoría de los juegos populares -- permite a los jugadores enmascarar aún más sus identidades.
El informe de ESA señala que los juegos para móviles han experimentado un auge, y Walsh afirma que, según su experiencia, los juegos para teléfonos inteligentes son especialmente populares entre las chicas, mientras que "los chicos suelen ser mayoría en las consolas".
Independientemente del dispositivo, los depredadores acechan en "cualquier plataforma de juego, cualquier aplicación de medios sociales", dijo Povolny. "Todos esos son lugares donde alguien podría intentar encontrar a un niño y hablar con él".
Las banderas rojas (o señales de alarma) incluyen intentos de extraer "información específica sobre su familia, dónde vive, dónde va a la escuela, cosas sobre sus hermanos", dijo.
Walsh dijo que los depredadores suelen ser muy expertos en un juego determinado, y pueden hacerse pasar por otros niños y adolescentes para acercarse a jugadores menores de edad desprevenidos en un aparente esfuerzo de servirles de mentores.
"Pueden decir: 'Te subiré de nivel', o 'iremos juntos a esta misión', o 'te enviaré dinero del juego'", dijo a OSV News.
Pero el precio que se cobra es devastador: los niños son obligados a proporcionar imágenes sexuales explícitas de sí mismos en una práctica llamada "sextorsión", que, según Walsh, se ha "disparado".
Los agresores chantajean entonces a los niños, sobre todo a las niñas, para que proporcionen más imágenes, dijo Walsh.
Por el contrario, los varones se han convertido cada vez más en blanco de la "explotación sexual financiera", según Walsh, y los agresores exigen dinero, tarjetas regalo e información de tarjetas de crédito o débito tras obtener una primera imagen explícita de la víctima.
Walsh afirmó que el año pasado tuvo conocimiento de "más de una docena de suicidios" de niños por lo demás equilibrados debido a este tipo de estafas, a menudo coordinadas por grupos delictivos que actúan fuera de Estados Unidos.
El NCMEC, que gestiona la Cyber Tipline (1-800-THE-LOST o 1-800-843-5678), recibió 30 millones de denuncias en 2022, en su mayoría de empresas como Google, Microsoft y Facebook, en relación con la explotación sexual, dijo Walsh. Añadió que los analistas del NCMEC revisan y luego dirigen los informes a las agencias policiales locales, estatales y federales.
Smith, Povolny y Walsh explicaron que, aunque la autodenuncia por parte del sector y los controles parentales integrados son herramientas esenciales para minimizar los riesgos de los juegos en línea, los padres son la primera línea de defensa de los niños.
Los niños que ya se han visto atrapados por depredadores en línea deben saber que "pueden acudir a sus padres" en medio de la crisis, dijo Walsh.
Si se ha producido explotación sexual, "ponga fin a todas las comunicaciones con el depredador, pero no borre las que se hayan producido hasta el momento", dijo. "Denúncielo a la plataforma (de juego) y a las fuerzas de seguridad, así como a la Cyber Tipline".
Walsh también recomendó a los padres que traten de familiarizarse con las plataformas de juego a un nivel básico, al tiempo que "establecen reglas básicas (sobre el juego) y se atienen a ellas".
Los tres expertos insistieron en la necesidad de mantener conversaciones periódicas entre padres e hijos sobre los juegos y el uso de Internet en general.
“Es similar a las conversaciones que los padres deberían mantener con sus hijos sobre su seguridad general cuando son más pequeños: el tipo de conversaciones clásicas sobre el ‘peligro de los desconocidos’ que los padres deben tener", dijo Povolny. "También queremos que los padres establezcan esto como una especie de responsabilidad positiva".
Y añadió: "El objetivo final es siempre que los niños sean capaces de hacerlo por sí mismos cuando crezcan. Tienen que ser capaces de aprender a desenvolverse en el mundo por sí mismos".