VATICAN CITY (CNS) -- Los cristianos no deben buscar al Señor por sí mismos sin ser parte de una comunidad de fe y sin acompañamiento espiritual, dijo el Papa Francisco.
Sin embargo, el Papa Francisco advirtió contra formas de acompañamiento que "pueden dar lugar a expectativas irreales, malentendidos, formas de dependencia que dejan a la persona en un estado infantil".
La persona que acompaña a los demás en su vida espiritual "no sustituye al Señor, no hace el trabajo en lugar del acompañado, sino que camina a su lado, le anima a leer lo que se mueve en su corazón", dijo el papa el 4 de enero en su audiencia general.
Hablando con visitantes en el aula Pablo VI, el papa concluyó su serie de catequesis sobre el proceso de discernimiento spiritual, enfocándose en la importancia del acompañamiento espiritual para ayudar y apoyar este proceso.
El acompañamiento espiritual es "en primer lugar, para el conocimiento de uno mismo, que hemos visto que es una condición indispensable para el discernimiento", dijo el Papa Francisco.
"La gracia de Dios en nosotros siempre actúa sobre nuestra naturaleza", dijo el papa, por eso "es importante darnos a conocer, sin miedo a compartir los aspectos más frágiles, en los que nos descubrimos más sensibles, débiles o temerosos de ser juzgados" con una persona "que nos acompaña en el camino de la vida".
"La fragilidad es, en realidad, nuestra verdadera riqueza", dijo, y debe ser respetada y bienvenida. "De hecho, Dios, para hacernos semejantes a Él, quiso compartir hasta el final nuestra propia fragilidad", como se puede comprobar con su nacimiento en la pobreza en un pesebre y su muerte en una cruz.
"Ay de las personas que no se sienten frágiles", dijo el papa, "son duras, dictatoriales".
En cambio, cuando una persona reconoce humildemente su vulnerabilidad y debilidades, tiende a ser más comprensiva con los demás.
"Contar ante otra persona lo que hemos vivido o lo que buscamos ayuda a aportar claridad en nuestro interior, sacando a la luz los muchos pensamientos que nos habitan y que a menudo nos perturban", dijo
"Pensamientos falsos y venenosos", como "Lo he hecho todo mal, no valgo nada, nadie me comprende, nunca tendré éxito, estoy destinado al fracaso", dijo, se pueden "desenmascarar", comprender mejor y superar con la ayuda de otra persona.
"Descubrimos con sorpresa formas distintas de ver las cosas, signos de bondad que siempre han estado presentes en nosotros", dijo, "para sentirnos amados y estimados por el Señor por lo que somos, capaces de hacer cosas buenas por a él".
El acompañamiento espiritual consiste en ayudar a una persona a "comprender mejor los signos de los tiempos, la voz del Señor, la voz del tentador, la voz de las dificultades que no logro superar, y por eso es muy importante no caminar solos", dijo.
Como mirarse en un espejo, dijo, el discernimiento sin acompañamiento puede resultar en solo ver lo que uno quiere ver, mientras que "mirarse con la ayuda de otro ayuda mucho porque el otro te dice la verdad -- cuando es veraz -- y así te ayuda".
Además, dijo, "Descubrimos que somos hijos de Dios cuando descubrimos que somos hermanos, hijos del mismo Padre. Por eso es indispensable formar parte de una comunidad en camino".
"No vamos solos al Señor", dijo. "Esto no está bien. Tenemos que entenderlo".
El Papa Francisco finalizó su intervención diciendo que "el discernimiento es un don de Dios, que hay que pedir siempre, sin presumir nunca de experto y autosuficiente".
Los fieles necesitan orar a Dios por la gracia del discernimiento, "lo que tengo que hacer, lo que tengo que entender", y por el don de alguien que pueda ayudar a discernir.
"La voz del Señor siempre se reconoce", dijo, porque "es una voz que apacigua, anima y tranquiliza en las dificultades".
El Señor le dice a su pueblo: "No temas", porque si confían en su palabra, vivirán bien la vida y podrán ayudar a los demás, dijo. La Palabra de Dios "es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino".