Por Carol Glatz, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Dios quiere que los jóvenes lleven alegría a los corazones de los ancianos y aprendan de sus experiencias, dijo el Papa Francisco.
"Pero, sobre todo, el Señor desea que no dejemos solos a los ancianos, que no los releguemos a los márgenes de la vida, como por desgracia sucede frecuentemente", escribió el Papa de 86 años en su mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores.
El mensaje fue publicado en el Vaticano el 15 de junio, como anticipo de la celebración del 23 de julio, el domingo más cercano a la fiesta de los santos Joaquín y Ana, los abuelos de Jesús, el 26 de julio.
El tema para 2023 es "Su misericordia se extiende de generación en generación", del Evangelio de San Lucas.
El Espíritu Santo "bendice y acompaña cada encuentro fecundo entre generaciones distintas: entre abuelos y nietos, entre jóvenes y ancianos", escribió el Papa en su mensaje.
"Para acoger mejor el estilo de actuar de Dios, recordemos que el tiempo tiene que ser vivido en su plenitud, porque las realidades más grandes y los sueños más hermosos no se realizan en un momento, sino a través de un crecimiento y una maduración; en camino, en diálogo, en relación", escribió.
"Quien se concentra sólo en lo inmediato, en conseguir beneficios para sí rápida y ávidamente, en tener 'todo enseguida', pierde de vista el actuar de Dios. Su proyecto de amor, por el contrario, atraviesa pasado, presente y futuro, abraza y pone en comunicación las generaciones".
Dios llama a todos cada día a mirar hacia el futuro y "a ir más allá", escribió.
Para los jóvenes, eso significa ser capaces "de ir más allá de esa inmediatez en la que se confina la realidad virtual, la cual muchas veces distrae de la acción concreta", escribió. "En el caso de las personas mayores se trata de no hacer hincapié en las fuerzas que decaen y de no lamentarse por las ocasiones perdidas" y detenerse en el pasado.
El Papa Francisco invitó a los fieles a "la realización de un gesto concreto para abrazar a los abuelos y a los ancianos" y a honrarlos, "no nos privemos de su compañía y no los privemos de la nuestra; no permitamos que sean descartados".
Dado que la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal, está programada del 1 al 6 de agosto, poco después de la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, el Papa pidió a los jóvenes que se preparan para el evento que visiten a sus abuelos o a una persona mayor que viva sola y les pidan sus oraciones.
"Su oración los protegerá y llevarán en el corazón la bendición de ese encuentro", escribió.
Pidió a todos los ancianos que recen por los jóvenes, que " son la respuesta de Dios a sus peticiones, el fruto de lo que sembraron, el signo de que Dios no abandona a su pueblo, sino que siempre lo rejuvenece con la creatividad del Espíritu Santo."
El Papa invitó a las diócesis, parroquias, asociaciones y comunidades católicas del mundo a contribuir a que la jornada ponga en el centro "la alegría desbordante de un renovado encuentro entre jóvenes y ancianos".
El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida dijo en un comunicado publicado el mismo día que las herramientas pastorales útiles para la preparación de la jornada mundial estaban disponibles en su sitio web, laityfamilylife.va.