VATICAN CITY (CNS) -- Los cristianos no deben "presionar a otros" para que se conviertan o inducirles "sentimientos de culpa", sino quitarles un peso de encima compartiendo el Evangelio con alegría, dijo el Papa Francisco.
En su audiencia general del 25 de enero, el papa explicó que Jesús libera a las personas de todas las formas de opresión y que esta libertad es motivo de alegría.
"Oprimido es quien en la vida se siente aplastado por algo que sucede: enfermedades, fatigas, angustias, sentimientos de culpa, errores, vicios, pecados", dijo el Papa Francisco. "Pensemos, por ejemplo, en los sentimientos de culpa. ¿Cuántos de nosotros hemos sufrido esto?".
"Si uno tiene sentido de culpa por algo que ha hecho, y este se siente mal", dijo, "la buena noticia es que con Jesús este mal antiguo, el pecado, que parece invencible, ya no tiene la última palabra".
"Dios olvida todos nuestros pecados, de ellos no tiene memoria", dijo el papa. Incluso si alguien comete repetidamente los mismos pecados, Dios "hará las mismas cosas siempre: perdonarte, abrazarte".
El Papa Francisco agregó que los cristianos deben estar alegres al compartir el Evangelio, ya que "la fe es una estupenda historia de amor para compartir".
Dar testimonio de Jesús, dijo, implica comunicar "un don tan hermoso que ninguna palabra basta para expresarlo. Sin embargo, cuando falta la alegría, el Evangelio no pasa", ya que el Evangelio mismo es un anuncio de alegría.
"Un cristiano triste puede hablar de cosas muy hermosas, pero todo es vano si el anuncio que transmite no es alegre", dijo.
Los cristianos están llamados a ser guías que lleven a otros a aceptar el amor de Dios. Para los cristianos, dijo, "la vida ya no es un ciego avanzar hacia la nada" determinada por el azar, la salud o incluso las finanzas, sino una invitación al amor.
El Papa Francisco instó a los cristianos a compartir con alegría el mensaje a los pobres y dijo que Dios llama a cada persona a hacerse interiormente pobre. La forma más rápida de encontrar a Jesús, dijo, es: "Hazte necesitado. Hazte necesitado de gracia, necesitado de perdón, necesitado de alegría. Y Él se acercará a ti".
Antes del Día del Recuerdo del Holocausto el 27 de enero, el Papa Francisco también recordó el "exterminio de millones de personas judías y de otras religiones no puede ser ni olvidado ni negado".
"No puede haber un empeño contante en el construir juntos la fraternidad sin disipar primero las raíces de odio y de violencia que han alimentado el horror del holocausto", dijo.