Parroquia católica de Gaza llora la muerte de cristianos en la explosión de complejo ortodoxo griego

Por Judith Sudilovsky, OSV News

JERUSALÉN (OSV News) -- Para la Madre María del Pilar Llerena Vargas, "fue una imagen que será muy difícil de borrar".

La hermana de la Caridad del Verbo Encarnado de Perú, que está sirviendo en la parroquia católica de Gaza, recordó el dolor de ver el funeral de los cristianos muertos en una explosión el 19 de octubre en una iglesia ortodoxa griega.

Hijos enterraron a sus padres y padres enterraron a sus hijos pequeños después de que un bombardeo israelí contra un objetivo de Hamás junto a la iglesia ortodoxa griega provocara el derrumbe de un edificio de dos plantas del complejo eclesiástico.

"Algunos de esos niños asistían a las distintas actividades de nuestra parroquia. Eran familias muy conocidas y cercanas a nosotros", dijo la madre María en un testimonio grabado enviado a OSV News.

Un padre fue sacado de entre los escombros sin señales de vida, dijo el párroco, el padre Gabriel Romanelli en una actualización de WhatsApp del 22 de octubre, pero, protegido por su cuerpo, su pequeño hijo fue encontrado aún con vida. El padre Romanelli estaba varado en Belén cuando estalló la guerra el 7 de octubre, y desde entonces ha estado en contacto permanente con su parroquia.

En las redes sociales circularon imágenes desgarradoras de jóvenes matrimonios y niños muertos bajo los escombros. Cáritas manifestó su "desolación al conocer la muerte de nuestra colega Viola, de 26 años, que falleció junto a su esposo y su pequeña hija en un ataque aéreo contra la iglesia ortodoxa (griega) de San Porfirio, en Gaza", decía el comunicado de la organización del 20 de octubre. "Que descansen en paz".

La iglesia les dio refugio a unas 500 personas, entre ellas cinco miembros del personal de Caritas, junto con sus familias, escribió Caritas.

La madre María dijo que la parroquia católica de la Sagrada Familia ofreció ayuda médica a algunas de las personas que sufrieron heridas leves en la explosión y que más tarde recibió a muchos de los cristianos que habían buscado refugio en la iglesia de San Porfirio. Unas 700 personas se refugiaban ahora en el complejo de la Parroquia de la Sagrada Familia, dijo, entre ellas familias, ancianos y los 50 niños discapacitados al cuidado de las hermanas Misioneras de la Caridad.

"Atendemos a todo el mundo. "Buscamos de forma muy caritativa que todos reciban lo que necesitan de la mejor manera posible".

Los habitantes de la parroquia están actualmente sin electricidad ni agua potable, y utilizan el agua de su pozo, pero no saben cuánto les va a durar, dijo. Han comprado agua mineral al triple del precio original para que la gente tenga agua potable, añadió.

La parroquia celebra Misa dos veces al día, dijo la madre María, y la gente "reza constantemente el rosario pidiendo a la Virgen y a Dios esa paz que tanto anhelamos". Hizo un llamamiento a los creyentes de todo el mundo para que se unan en sus oraciones "Para que Dios en su misericordia nos la conceda, ya que sólo Él puede hacer este gran milagro".

En una carta del 20 de octubre en la que pedía donativos para ayudar a la parroquia de Gaza, el director general del Patriarcado Latino de Jerusalén, Sami El-Yousef, afirmó que atender a las numerosas personas que llegan a la iglesia buscando refugio desde el comienzo de la guerra hace dos semanas ha sido "una gran responsabilidad".

"Las historias humanas son increíblemente trágicas, y estoy verdaderamente conmocionado, ya que conozco personalmente a muchos de ellos por mis frecuentes visitas", declaró, señalando que algunos de los fallecidos participaban en el programa de creación de empleo del patriarcado. "Simplemente estamos desbordados, y los medios de que disponemos se agotan rápidamente".

Israel lanzó ataques aéreos contra objetivos de Hamás en Gaza, que según el Ministerio de Sanidad de Hamás han matado a más de 3.700 personas, tras un ataque terrorista sorpresa de Hamás contra civiles en las comunidades agrícolas del sur de Israel el 7 de octubre, que se saldó con unas 1.400 personas brutalmente asesinadas y más de 200 llevadas cautivas a Gaza.

Según el Centro de Información sobre Inteligencia y Terrorismo Meir Amit, hasta el 19 de octubre se habían disparado contra Israel más de 7.000 cohetes y granadas de mortero, de los cuales alrededor del 10% no tuvieron éxito y cayeron de nuevo en la Franja de Gaza.

La organización Hezbolá, que está respaldada por Irán, también ha lanzado cohetes contra comunidades del norte de Israel, y el gobierno israelí organizó la evacuación de unas 22.000 personas de la ciudad norteña de Kiryat Shmona el 20 de octubre, mientras Israel se preparaba para una posible guerra en dos frentes.

El 21 de octubre, Hamás liberó a dos rehenes estadounidenses-israelíes, Judith y Natalie Raanan, madre e hija, de Evanston, Illinois, gracias a las negociaciones mantenidas por Estados Unidos y Qatar.

El-Yousef señaló que el patriarcado ya tenía una lista de necesidades de posguerra para las que tendría que estar preparado, entre ellas programas psicosociales, reparación de daños estructurales en cualquiera de sus instituciones inmediatas y en los hogares de los feligreses cristianos, ayuda para el alquiler, así como ayuda en efectivo y alimentos y productos de higiene. La guerra también ha afectado gravemente a la población de Cisjordania, donde el cierre de las fronteras impide a muchas personas acudir a sus puestos de trabajo en Jerusalén, explicó.

"El desempleo aumentará drásticamente y también lo hará el sufrimiento humanitario", afirmó. "Se idearán programas alternativos de apoyo a los medios de subsistencia y de capacitación para ayudar a nuestra gente a hacer frente a la situación, para que no se planteen emigrar".

Cáritas Jerusalén dijo que tiene listo un plan de emergencia para ayudar a la población en cuanto la situación lo permita.

El paso fronterizo de Rafah con Egipto se abrió brevemente el 21 de octubre para permitir la entrada del primer convoy de camiones de ayuda en la asediada Franja de Gaza. Los grupos de derechos humanos acogieron con satisfacción la breve reapertura, pero subrayaron que se necesita desesperadamente más ayuda en Gaza, donde las condiciones siguen deteriorándose. Los días 22 y 23 de octubre se permitió la entrada en Gaza de otros dos convoyes de ayuda.