Agencia de la ONU dice que la solución al trabajo infantil es ayudar a los gobiernos a crear puestos de trabajo y ayudar a las familias con el cuidado de los niños
Por Kurt Jensen, OSV News
WASHINGTON (OSV News) – Mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas se pronunció contra el trabajo infantil y la explotación de los niños el 12 de junio, el Papa Francisco brindó su apoyo con un tweet.
"Muchos niños, en lugar de recibir una educación digna, son explotados, sometidos a trabajos esclavizantes", escribió el Papa Francisco, quien está convaleciente en el hospital Gemelli de Roma, tras de una operación abdominal. "¡No ahorremos esfuerzos para acabar con la lacra del trabajo infantil! Los niños son la esperanza. ¡No dejemos que sea eliminada!".
La conferencia del Día Mundial contra el Trabajo Infantil de la OIT en Ginebra se centró en este flagelo mundial -- se calcula que 160 millones de niños en todo el mundo son utilizados como mano de obra -- con el ambicioso objetivo de acabar por completo con el trabajo infantil en 2025.
El tema de la jornada fue "justicia social para todos" como vía para acabar con el trabajo infantil, ayudando a los gobiernos a crear y mantener puestos de trabajo suficientemente bien remunerados para sacar a las familias de la pobreza, y a prestar asistencia en el cuidado de los niños para que las madres puedan trabajar fuera de casa.
La OIT es una agencia de la ONU que establece normas laborales internacionales y asesora al gobierno de Estados Unidos en materia de política laboral.
Manuela Tomei, subdirectora general del grupo de gobernanza, derechos y diálogo de la OIT, observó que el total actual de 160 millones de niños trabajadores ha aumentado en más de 8 millones desde 2016 -- el primer aumento en décadas y el resultado de guerras, disturbios civiles y pobreza.
Ella calificó esto de "lo más opuesto a la justicia social", y añadió: "No se puede subestimar la importancia de las protecciones sociales universales".
Jérôme Bellion-Jourdan, Vicesecretario General de la Organización Internacional de Empleadores, citó al director general de la OIT, Gilbert Huongbo: "El trabajo infantil rara vez se produce porque los padres sean malos o no se preocupen. Más bien, surge de una falta de justicia social".
"El antídoto contra el trabajo infantil impulsado por la pobreza es el trabajo decente para los adultos", afirmó Huongbo, ex primer ministro de Togo, en una declaración grabada. "Trabajo decente significa acabar con el trabajo forzoso".
Giorgio Boccardo, subsecretario chileno del Trabajo, afirmó que el trabajo infantil "frena el desarrollo de los niños" y "genera pobreza y desigualdad" entre los más vulnerables.
Mientras tanto, católicos estadounidenses se han opuesto a nuevas medidas en 20 estados diseñadas para facilitar el trabajo infantil, privar a los niños de oportunidades educativas y explotar a los inmigrantes con trabajos mal pagados y peligrosos.
Los partidarios de los cambios han argumentado que la flexibilización de las restricciones ayuda a hacer frente a la escasez de puestos de trabajo creada por la pandemia de COVID-19. Los detractores señalan que más madres se incorporarían al mercado laboral si dispusieran de servicios de guardería asequibles.
El cambio legislativo más reciente, firmado por la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, el 26 de mayo, permite a los jóvenes de 14 y 15 años trabajar dos horas más al día durante el curso escolar, hasta un máximo de seis horas. Además, los jóvenes de 14 y 15 años pueden realizar trabajos que antes estaban prohibidos, como los que se realizan en lavanderías industriales, congeladores y frigoríficos.
La nueva ley también permite a los jóvenes de 16 y 17 años trabajar las mismas horas que los adultos y, con el permiso de sus padres o tutores y la presencia de dos empleados adultos, los adolescentes a partir de 16 años pueden servir alcohol en los restaurantes.
En un comunicado, Reynolds, quien es republicana, calificó los cambios de "disposiciones laborales a medida y de sentido común que permiten a los jóvenes adultos desarrollar sus habilidades en la fuerza laboral".
En febrero, los trabajadores de una planta frigorífica y los defensores de los trabajadores mantuvieron una reunión con el obispo Thomas R. Zinkula de Davenport, Iowa, para compartir sus objeciones a lo que entonces eran cambios propuestos en la ley de trabajo infantil de Iowa.
En Arkansas, el 8 de marzo, la gobernadora republicana Sarah Huckabee Sanders firmó la Ley de Contratación de Jóvenes de 2023, que elimina la verificación estatal de la edad de los menores de 16 años que buscan trabajo. Arkansas es también uno de los ocho estados en los que el Departamento de Trabajo de EE.UU. descubrió a niños de hasta 13 años trabajando en dos plantas empacadoras de carne.
El Senado de Ohio aprobó un proyecto de ley similar el 8 de marzo, que permite a los jóvenes de 14 y 15 años trabajar hasta las 9 de la noche durante el curso escolar con el permiso de su tutor legal; la ley estatal actual exige que los trabajadores tengan al menos 16 años.
La Red Católica del Trabajo (Catholic Labor Network) está preocupada por esta evolución. "Es difícil creer que en el siglo XXI el trabajo infantil sea un problema en Estados Unidos", afirmó un comunicado publicado en el sitio web de la organización. "Sin embargo, los últimos acontecimientos han demostrado que efectivamente es así, y que hay oficiales electos en Estados Unidos que quieren ampliar el alcance (del trabajo infantil)".
La Ley de Normas Laborales Justas (Fair Labor Standards Act) ilegalizó la mayoría de las formas de trabajo infantil en 1938. El Departamento de Trabajo de EE.UU. afirma que actualmente tiene en curso 600 investigaciones sobre trabajo infantil.
El 17 de febrero, el departamento anunció que una investigación descubrió que más de 100 niños trabajaban para un contratista limpiando equipos en instalaciones de envasado de carne en ocho estados.
En marzo, la senadora demócrata Tammy Baldwin presentó la Ley de Prevención del Trabajo Infantil (Child Labor Prevention Act), que aumentaría las multas máximas y establecería nuevas sanciones penales para las infracciones de la Ley de Normas Laborales Justas.