Hay un lugar donde eres bienvenido y encuentras paz, es un hogar espiritual, esa es tu iglesia. Por eso, la Diócesis de Rockford, en Illinois, creó una campaña difundida a finales de febrero, con el fin de "dar a los católicos un empujón para que regresen a casa, especialmente ahora que comienza la Cuaresma", como lo plantea un mensaje emitido por la oficina de comunicaciones diocesanas.
Las comunidades católicas continúan sintiendo los efectos de la larga pandemia de COVID-19, durante la cual muchas personas dejaron de asistir en persona a la Misa, a la adoración al Santísimo y a otras actividades de la comunidad parroquial. Una parroquia está congregando a gente por medio de una invitación continua.
El párroco de St. Patrick, en St. Charles, monseñor Daniel Deutsch, en coordinación con Nicholas Frank, director de visión y evangelización, han desarrollado campañas de bienvenida y acogida a sus feligreses, explicó Maddy Barr, coordinadora de comunicaciones de la parroquia.
Barr recuerda que se sintió aludida con la invitación cuando llegó por primera vez desde Michigan a su entrevista laboral. Al ir a Misa y leer el aviso en inglés que decía "Perteneces aquí, empieza aquí un nuevo capítulo", sintió que "era un recordatorio extra de que estaba en el lugar correcto".
Esas frases han motivado tanto a católicos no practicantes como a católicos practicantes a regresar a la Iglesia de una manera más activa. Otro de los carteles de invitación en los muros de la parroquia dice "Descubre tu Hogar aquí".
El padre Lisandro Cristancho, vicario parroquial de St. Patrick, se sorprendió gratamente cuando una persona "dijo que era nueva en el área y estaba buscando un sitio donde ir a Misa", cuando vio el letrero, expresó "aquí me estaban esperando, este es el lugar". La pancarta afirmó "lo que ella estaba buscando", dijo el padre Cristancho.
Otra de las ideas puestas en práctica en St. Patrick fue el implementar el conocido programa ALPHA, un curso de 9 semanas que explora "la vida, la espiritualidad y la fe cristiana en un ambiente divertido y sin prejuicios", según la página web de la parroquia.
"Es difícil de explicar la sensación, pero me sentí… como entrar en tu propia casa después de un largo día de trabajo. Sentía, esto es lo que se supone que debo hacer", indicó Crystal Villagómez, quien participó en el curso. "Durante las clases de ALPHA aprendí mucho sobre mí y lo que he estado buscando todo este tiempo".
"No era solo la iglesia que necesitaba ... Era Dios", continuó, agregando que necesitaba de las personas que pudieran ayudarle a comprender que el Espíritu Santo había estado llamándola. "Dios quería que lo sirviera y no solo para vivir la vida sino, para vivir la vida para el Señor", expresó Villagómez. Ella y su esposo tienen cuatro hijos, actualmente es voluntaria en la parroquia.
La obligación de ir a Misa los domingos, que fue mayormente dispensada por los obispos durante la pandemia, continúa siendo vital por varios motivos.
El primero es porque Dios lo ha pedido, y como el Catecismo de la Iglesia católica afirma, "La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio. Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave".
Segundo porque el ser humano es ser de comunidad. Tercero porque es importante para las familias, sobre todo para que los niños tengan una formación en la vivencia de la fe. La iglesia es un lugar dedicado para la oración y alabanza a Dios, el centro de vida de cada persona. Qué mejor que dedicarle un tiempo especial a Dios, con toda la disposición de escuchar su Palabra y enriquecerse de su mensaje.
La pandemia ya pasó, ya no hay excusa para seguir solamente la Misa en internet y no regresar a la iglesia. ¡Ánimo, tu casa espiritual te espera!