En una declaración de Sheema Sen Gupta, representante de UNICEF en Iraq, informa que cuatro niños – tres varones y una niña – murieron a la vez que otros dos resultaron mutilados en la última semana como consecuencia de las explosiones de algunos artefactos improvisados en dos localidades de Iraq.
“UNICEF expresa su profundo dolor y sus condolencias a las familias, amigos y comunidades de los niños”
Lamentablemente, como se informó en una declaración de UNICEF en agosto del año pasado, no se trata de una pérdida aislada de vidas de niños. En el año 2021, 52 niños murieron y 73 resultaron mutilados por restos explosivos de guerra y munición sin explotar.
“Se necesitan esfuerzos más concertados para reducir el creciente impacto de estos explosivos, especialmente en los niños, ya que el número de víctimas infantiles aumentó un 67% en comparación con el 2020”
Estos sucesos se produjeron en la provincia de Babel y en Bagdad y ocurrieron mientras los niños realizaban tareas cotidianas, como la recogida de leña. UNICEF recuerda a todas las partes interesadas que la necesidad de defender la seguridad de los niños debe seguir siendo la consideración principal en todos los contextos.
“Los restos explosivos de guerra siguen siendo la principal causa de víctimas civiles, y los niños son especialmente vulnerables: su menor estatura los hace más propensos a recibir todo el impacto de la explosión, lo que la hace aún más mortal”
UNICEF sigue trabajando para proporcionar asistencia a las víctimas, ofrecer servicios de referencia de atención médica y apoyo psicosocial cuando sea necesario. Además, la organización insta a todas las partes a acelerar todos los esfuerzos para eliminar las minas y los artefactos sin explotar existentes y promover la asistencia a las víctimas, así como defender el derecho de los niños a un entorno seguro.
Por otra parte, UNICEF también insta al gobierno de Iraq y a la comunidad de donantes a que apoyen la ampliación y la realización de actividades de formación sobre el riesgo asociado a los artefactos explosivos, de modo que los niños y otros miembros de la comunidad reciban formación en las escuelas y comunidades de todas las zonas previamente afectadas por el conflicto en su nación.