Acaben con la crueldad de las guerras mediante el diálogo y los derechos humanos, dice el Papa a diplomáticos
Por Carol Glatz, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El Papa Francisco llamó a la comunidad internacional a prohibir la maternidad subrogada, calificando la práctica de "deplorable" y algo que "ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño; y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre".
El camino hacia la paz exige respetar cada vida humana, "empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial", dijo el Papa a los diplomáticos acreditados ante la Santa Sede durante su discurso de Año Nuevo el 8 de enero.
El Papa dijo a los embajadores reunidos en un salón formal con frescos del Palacio Apostólico que se necesitan mayores esfuerzos para prevenir conflictos y guerras a través del diálogo, el desarme y el respeto a los derechos humanos.
"No debemos olvidarnos de que las violaciones graves del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra, y que no es suficiente con evidenciarlos, sino es necesario prevenirlos", afirmó.
Hablando a los representantes de los 184 países que tienen relaciones diplomáticas plenas con el Vaticano, el Papa dijo: "Se requiere, por tanto, un mayor compromiso de la comunidad internacional por la salvaguardia y la implementación del derecho humanitario, que parece ser el único camino para la tutela de la dignidad humana en situaciones de enfrentamiento bélico".
Deben respetarse las convenciones internacionales destinadas a frenar "la crueldad de las guerras", afirmó.
El Papa renovó su condena de los actos terroristas y el extremismo y expresó su esperanza de que se ponga fin al derramamiento de sangre y las tensiones en Tierra Santa, el Líbano, Siria, Ucrania, el sur del Cáucaso, África subsahariana y Nicaragua.
"El diálogo requiere paciencia, perseverancia y capacidad de escucha, sin embargo, cuando se hace un intento sincero de poner fin a la discordia, pueden lograrse resultados significativos", afirmó.
"Puede que no caigamos en la cuenta de que las víctimas civiles no son 'daños colaterales'", sino personas reales con nombres, rostros y vidas, dijo. Quizás entonces " miraríamos la guerra por lo que es: tan sólo una inmensa tragedia y una 'inútil masacre'".
El Papa condenó "la enorme disponibilidad de armas" y llamó a todas las naciones a seguir una política de desarme. "Las armas crean desconfianza y desvían recursos", que serían mejor empleados en la búsqueda de una "verdadera seguridad global", eliminando el hambre y promoviendo el desarrollo sostenible para todo el planeta.
"Las guerras, la pobreza, el abuso de nuestra casa común y la continua explotación de sus recursos, que están en el origen de los desastres naturales, son también causas que empujan a miles de personas a abandonar su patria en busca de un futuro de paz y seguridad", y a menudo corriendo grandes riesgos por sus vidas, dijo. Muchas víctimas incluyen menores no acompañados, añadió.
"En su viaje ponen en riesgo sus vidas debido a rutas peligrosas, como en el desierto del Sahara, en la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá; en Centroamérica, en el norte de México, frontera con Estados Unidos y, sobre todo, en el Mar Mediterráneo”, expresó.
La migración debe regularse, dijo, para que las personas en movimiento puedan ser bienvenidas, acompañadas e integradas de una manera que promueva su dignidad humana y respete la cultura y la seguridad de las comunidades de acogida. Las personas también tienen derecho a permanecer en su tierra natal, lo que requiere "crear las condiciones para que ese derecho se pueda realmente poner en práctica".
El camino hacia la paz también requiere el respeto de los derechos humanos, tal como los definen los principios "evidentes y comúnmente aceptados" de la Declaración Universal de Derechos Humanos, dijo el Papa.
"Desgraciadamente, los intentos que se han producido en las últimas décadas de introducir nuevos derechos, no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente y no siempre aceptables", dijo, como la "teoría de género", que es "extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos".
"Tales colonizaciones ideológicas provocan heridas y divisiones entre los Estados, en lugar de favorecer la construcción de la paz", afirmó.
El camino hacia la paz también requiere un mayor diálogo, incluso a nivel político y social, afirmó.
Todos los ciudadanos, especialmente los jóvenes, deberían considerar el voto como "su principal responsabilidad contribuir a la construcción del bien común, mediante la participación libre e informada en las votaciones".
El diálogo interreligioso sigue siendo clave, afirmó, e incluye "la protección de la libertad religiosa y el respeto a las minorías".
El Papa también denunció el aumento del antisemitismo y el aumento de la persecución y discriminación contra los cristianos, especialmente en los últimos 10 años.
Un desafío emergente, dijo, es el uso ético de las nuevas tecnologías para que puedan servir como "un medio de encuentro, de intercambio mutuo y un importante vehículo para la paz", en lugar de ser " instrumentos de división o de difusión de mentiras, como las llamadas 'fake news".
El Papa Francisco también alentó la plena participación de todos en la respuesta a la crisis climática, diciendo que la adopción del documento final en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái "representa un alentador paso adelante".
Joe Donnelly, embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, dijo a Catholic News Service que "fue un honor estar en el Vaticano esta mañana" para escuchar los pensamientos del Papa. "Como siempre, es inspirador escuchar su creencia en la paz para todas las personas en todas partes y sus súplicas personales por el fin de la guerra y la injusticia".
"Este año se cumplen 40 años de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la Santa Sede. Ha sido una relación maravillosa y productiva", dijo en una declaración escrita.
"Nuestras dos naciones comparten una fuerte conexión y trabajan estrechamente en muchas áreas que el Papa destacó esta mañana: proteger el medio ambiente, promover los derechos humanos y la dignidad y apoyar la libertad religiosa internacional", dijo el embajador.