Ciudad del Vaticano
Las celebraciones en la Iglesia católica, que hasta este fin de semana solo podían ser en modo virtual, ahora son permitidas en espacios al aire libre, con una participación de 20 personas. Esta situación ha hecho que la Presidencia de la Conferencia Episcopal Argentina haya emitido un comunicado pidiendo “un dialogo abierto y eficaz”, para adoptar “aquellas medidas que garanticen estas celebraciones”.
En una pandemia que como afirma el comunicado “se hace larga”, los Obispos afirman que “la dimensión trascendente y religiosa de la vida”, es lo que “ayuda a mantener encendida la esperanza en este tiempo tan dramático que vivimos”. En palabras de la presidencia del episcopado, esa dimensión trascendente “constituye el horizonte de muchos argentinos y los llena de fortaleza, consuelo y esperanza”, inclusive aquellos que “habitualmente no participan de celebraciones y encuentros religiosos”, pero a quienes, ante la enfermedad o la muerte de personas cercanas, “la fe ayuda a afrontar con mayor fortaleza”.
Inspirados en el Papa Francisco, los Obispos afirman que “la mejor política arraigada en el pueblo, es también la que reconoce la importancia de la espiritualidad en la vida de los pueblos”.
En ese sentido, el comunicado deja claro que, desde el principio de la pandemia, “como Iglesia entendimos y acompañamos las disposiciones sobre el cuidado de la vida y de la salud de todos”. Pero al mismo tiempo piden que le sea dado al pueblo la posibilidad de “tener los espacios de oración y celebración de fe”, como algo que fortalece, que ayuda a experimentar “con fuerza la ayuda de Dios o pedir la contención espiritual del ministro religioso”.
Los Obispos denuncian que no se pueden someter a “respuestas arbitrarias de las autoridades o a decisiones fundadas en la opinión personal de un funcionario”. Ante eso solicitan “normas razonables que posibiliten la realización de celebraciones durante estos tiempos de bajas temperaturas, dentro de los templos, con la previsión de aforos en la proporción adecuada a sus espacios físicos”.
Como siempre ha sido, los Obispos garantizan “el pleno cumplimiento de las disposiciones en materia de distanciamiento y aquellas otras medidas sanitarias que se vienen llevando adelante en este tiempo”.
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