ROMA (CNS) -- El mundo del deporte profesional se ha centrado excesivamente en ganar y obtener beneficios y ha perdido de vista la formación de los niños para que se conviertan en adultos sanos, dijo José Mourinho, entrenador estrella de fútbol.
El entrenador del equipo de fútbol A.S Roma, que también ha entrenado al Chelsea, Real Madrid y Manchester United entre otros equipos, habló con el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio Vaticano para la Cultura y la Educación, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma el 31 de marzo.
La conversación, moderada por Andrea Mondi, director del periódico vaticano, fue uno de los tres encuentros previos a la Jornada Mundial de la Juventud 2023, que tendrá lugar en Lisboa (Portugal) del 1 al 6 de agosto.
El objetivo del deporte, determinado por los propietarios de los equipos y el marketing deportivo, "se ha vuelto muy claro: ganar", dijo Mourinho.
"Desgraciadamente, el deporte actual es un mundo diferente del que queremos para nuestros hijos", afirmó. El deporte se ha vuelto "cruel, porque no hay espacio para los más débiles ni para disfrutar".
Mourinho afirmó que, debido a su naturaleza hipercompetitiva, el deporte ha perdido su capacidad de inculcar a los niños un sano sentido de ganar y perder, algo que calificó de "fundamental" en su crecimiento.
En la conversación, el entrenador reflexionó sobre los profesores que le influyeron, diciendo que su profesor de filosofía fue el que más le impactó y le enseñó que como entrenador no estaba "entrenando a jugadores de fútbol, sino a personas que juegan al fútbol".
Mourinho también recordó su propia experiencia como profesor trabajando con niños con discapacidades mentales después de terminar la universidad.
"No me sentía capaz, conocí mis límites", dijo, "pero cuando lo dejé todos me consideraban un excelente profesor porque me apasionaba" el trabajo.
El cardenal Tolentino dijo que el deporte "es una escuela de vida, y el mundo académico debe considerarlo un ejemplo de concentración y de sano sentido de la competición".
El deporte, dijo, enseña a los jóvenes que "no es importante quién corre o juega, sino encontrar la felicidad corriendo y jugando". Dijo que las competiciones atléticas deben ser un espacio para que "los jóvenes, a los que a menudo se les impide tomar las riendas (de sus vidas), realicen sus sueños".
El cardenal señaló que la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa "nos hace pensar: ¿Qué significa ser joven hoy? ¿Cuáles son las luchas a las que se enfrentan los jóvenes hoy?"
"Hoy los jóvenes se ven obligados a seguir siendo jóvenes hasta una edad avanzada porque el mercado laboral no ofrece estabilidad", dijo. "No pueden mudarse de casa de sus padres, no pueden planificar su futuro, tener una familia, casarse o pensar en tener hijos".
El cardenal Tolentino dijo que hoy "los jóvenes soportan la mayor parte de la carga" en la sociedad. "Aunque tengan estudios superiores, no encuentran la estabilidad que buscan".
Mourinho señaló que, en este contexto, es esencial una relación sólida entre los jóvenes y los ancianos.
"Hay un dicho que dice que el mundo es de los jóvenes", afirmó. "No estoy de acuerdo, el mundo es de todos. Los jóvenes necesitan crecer con la experiencia de nosotros, los mayores, y debemos aprender de su energía".
El entrenador de 60 años alabó los esfuerzos del Papa Francisco por promover las relaciones intergeneracionales.
El Papa "es uno de nosotros", dijo Mourinho. "Es como un abuelo".