(OSV News) -- Con una Misa muy concurrida que envió a la gente con una conmovedora interpretación de la "I Love the Lord" de Richard Smallwood como canto de salida, cantado por el coro de la Iglesia St. Paul the Apostle de Nueva York y el padre paulista Steven Bell como solista: la tercera reunión anual Outreach para católicos LGBTQ+ llegó a su fin después de un fin de semana de paneles de discusión que se llevaron a cabo en el campus del Lincoln Center de la Universidad de Fordham.
La conferencia, que comenzó en 2021, ha sido alentada cada año por el Santo Padre, quien este año envió "saludos cordiales" a la reunión, prometiendo sus "oraciones y buenos deseos".
El cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York también extendió su saludo a la reunión.
"Es el deber sagrado de la Iglesia y sus ministros llegar a las personas en la periferia y llevarlos a una relación más estrecha con Jesucristo y su Iglesia", escribió, llamando a la conferencia un "ministerio vital e importante", tanto "valioso y necesario".
En su discurso de apertura, Tania Tetlow, la presidenta de la Universidad de Fordham, le dio la bienvenida a los asistentes a Outreach diciendo: "Estoy aquí para decirles que son amados... son amados por la Iglesia compuesta por el pueblo de Dios".
Tetlow relató que Jesús predicó fuera de las sinagogas, "porque allí es donde podían reunirse tanto hombres como mujeres", y proclamó "el mensaje central de los Evangelios" es "amor, coraje, sacrificio y gratitud".
Otras ponencias principales estuvieron a cargo de Marianne Duddy-Burke de DignityUSA y Juan Carlos Cruz. Cruz, nombrado miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores por el Papa Francisco en 2021, es un sobreviviente de abuso sexual por parte del clero que dijo en su discurso que a través de ese trabajo y al compartir su historia, "he tratado de convertir mi dolor en gloria, mi dolor en poder."
Más de 250 trabajadores de la Iglesia, académicos, sacerdotes y laicos asistieron a los paneles de discusión diarios que cubrían temas como "La Biblia y la homosexualidad", "Vivir una vida de castidad" y "Católicos LGBTQ y la vida de oración".
Otras sesiones de trabajo exploraron la "experiencia afroamericana, católica y LGBTQ", "clérigos y religiosos LGBTQ" e incluyeron grupos de discusión de católicos transgénero e hispanos LGBTQ+, con un panel internacional, incluidos presentadores de Bélgica, Italia, Alemania, México y Malta, que compartieron perspectivas de la comunidad "LGBTQ Worldwide".
También hubo intercambios prácticos sobre cómo fomentar la representación en las parroquias locales y ministrar a la juventud católica LGBTQ+.
Los paneles de discusión mostraron una inclusión diversa de numerosos escritores y pensadores conocidos, entre ellos los autores Dawn Eden Goldstein, el padre jesuita James Martin, los académicos Amy-Jill Levine y Natalia Imperatori-Lee de Vanderbilt Divinity School y Manhattan College, respectivamente, y el artista hermano Mickey McGrath de los Oblatos de San Francisco de Sales.
La conferencia transmitió en vivo las liturgias diarias y los discursos principales a través de YouTube. La Misa de clausura del 18 de junio fue concelebrada por el arzobispo John C. Wester de Santa Fe, Nuevo México, y el padre Martin.
El padre Martín pronunció una breve homilía sobre el Evangelio (Mt 9, 36) que dice, en parte: "Al ver a la multitud, (Jesús) tuvo compasión porque estaban fatigados y abatidos". El padre Martin señaló que el erudito bíblico jesuita, el padre Daniel J. Harrington, interpretó "fatigados y abatidos" como "acosados y destrozados", lo que relacionó con el acoso y la intimidación experimentados por muchos en la comunidad LGBTQ+ en todo el mundo.
Mencionó en particular las leyes aprobadas recientemente en Uganda que conllevan sentencias de muerte por "homosexualidad agravada" y habló de las formas en que "el rebaño más grande en los Estados Unidos, la iglesia en los Estados Unidos, está dividida". Dentro de ese rebaño, continuó el sacerdote, los individuos entienden que Dios los invita a una relación.
"Pero la relación no es solo para ti y Dios, es para todos. Dios nos llama a cada uno de nosotros por nuestro nombre y nos envía... a hacer lo mismo que Jesús pidió a sus discípulos que hicieran: sanar toda enfermedad y toda dolencia ... la enfermedad de la violencia, la enfermedad de la exclusión, la enfermedad de la ignorancia y la mayor enfermedad: la enfermedad del odio", dijo. "Vayan, pues, por el mundo, proclamen el amor compasivo de Dios, sabiendo que el Buen Pastor está con su rebaño, y con cada uno de ustedes, siempre".