Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en un comunicado condena enérgicamente el atentado contra la Brigada 30 del Ejército Nacional en la ciudad de Cúcuta, ocurrido el pasado 15 de junio, y expresa su “vivo dolor” por las 36 personas, militares y civiles, que han resultado heridas y por los destrozos causados.
"Siguiendo la enseñanza de la Iglesia, los Obispos proclamamos que nada justifica estos actos demenciales y ciegos, que hieren profundamente la dignidad humana y constituyen una ofensa gravísima contra la humanidad entera, pues son una de las formas más brutales de la violencia", se lee en la nota publicada en el portal del Episcopado.
Los Obispos colombianos ofrecen sus oraciones por los afectados en este atentado y extienden su saludo de cercanía a los familiares de las víctimas, al primer mandatario de la Nación, a los miembros de la Fuerza Pública y a la comunidad cucuteña en general. De igual modo, dirigen un saludo fraterno a Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo Castrense de Colombia, así como a Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Administrador Apostólico de Cúcuta y a los fieles de la diócesis.
“Invitamos a la comunidad católica a continuar orando para que cese toda violencia entre nosotros y para que el pueblo colombiano unido pueda vencer el mal a fuerza de bien”, concluye el comunicado.
16/06/2021
El martes, en horas del mediodía un autobomba entró en las instalaciones del cuartel militar superando la inspección del personal de seguridad. Allí permaneció estacionado por casi tres horas hasta que dos explosiones impactaron las edificaciones de la brigada. Hasta hace pocas horas, 29 militares que resultaron heridos se mantenían bajo observación médica, mientras las demás personas fueron dadas de alta. Los uniformados sufrieron afectaciones por la onda explosiva, heridas leves causadas por cuerpos extraños y contusiones.
La Fiscalía y el gobierno aún no tienen claro la autoría del atentado, sin embargo, la principal hipótesis apunta la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) que, en 2019, perpetró un ataque similar contra la Escuela de Cadetes en Bogotá, en el que murieron 22 cadetes y más de 60 personas resultaron heridas. No obstante, las autoridades no descartan la autoría de grupos criminales interesados en el narcotráfico y el contrabando, que mantienen a la región de Santander, fronteriza con Venezuela, bajo fuego y violencia con masacres, enfrentamientos y confrontación urbana.
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