WASHINGTON (OSV News) -- El 13 de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos desestimó por unanimidad un recurso contra la mifepristona, una píldora comúnmente utilizada para el aborto, al considerar que los demandantes carecían de legitimación activa para presentar el caso.
En una opinión unánime escrita por el juez Brett Kavanaugh, el tribunal determinó en el caso FDA vs. Alliance for Hippocratic Medicine que los "demandantes carecen de legitimación en virtud del artículo III para impugnar las acciones de la FDA en relación con la regulación de la mifepristona".
"Los demandantes son pro-vida, se oponen al aborto electivo y tienen objeciones legales, morales, ideológicas y políticas sinceras a que la mifepristona sea prescrita y utilizada por otros", escribió Kavanaugh. "Debido a que los demandantes no prescriben ni usan mifepristona, los demandantes son partes no reguladas que buscan desafiar la regulación de la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos)".
El fallo no fue inesperado, ya que, durante los argumentos orales de marzo en el caso, los jueces de todo el espectro ideológico de la corte parecían escépticos de que la coalición de médicos provida que desafiaban las regulaciones reducidas de la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés, tuvieran capacidad legal para presentar la demanda, y la cuestión de la capacidad se convirtió más en un foco de los argumentos comparado a conversaciones sobre si la FDA actuó legalmente.
El presidente del comité provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, el obispo Michael F. Burbidge de Arlington, Virginia, dijo a OSV News que el fallo era "procesal" y "realmente no se pronunció sobre el fondo del caso o la sustancia".
Aún así, dijo, "es decepcionante porque, de nuevo, lo que hace es que esta píldora abortiva sea aún más accesible y disponible", teniendo esta píldora "efectos devastadores."
"El fallo de hoy de la Corte por motivos procesales seguirá poniendo en riesgo la salud de las mujeres y las niñas", dijo Chieko Noguchi, portavoz de la conferencia episcopal. "La Iglesia seguirá abogando por la salud y la seguridad de las mujeres, y sirviendo con amor a las madres necesitadas".