Tras la audiencia del Papa Francisco a S.E. Joseph R. Biden, Presidente de los Estados Unidos de América, con su esposa y séquito, la Oficina de Prensa de la Santa Sede hizo público un comunicado en el que pone de manifiesto que a continuación el mandatario celebró un encuentro con Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por S.E. Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados. Asimismo, se lee:
“En el transcurso de sus cordiales conversaciones, se ha hablado del compromiso común con la protección y el cuidado del planeta, de la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia del Covid-19, así como del tema de los refugiados y la asistencia a los migrantes. También se hizo referencia a la protección de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de religión y de conciencia”
Por último, el comunicado de la Santa Sede concluye afirmando que “las conversaciones permitieron intercambiar opiniones sobre algunas cuestiones relativas a la actualidad internacional, también en el contexto de la próxima cumbre del G20 en Roma, y sobre el fomento de la paz mundial mediante la negociación política”.
Un minuto antes de mediodía la limusina del Presidente de los Estados Unidos se detuvo bajo la entrada del Palacio Apostólico, en el Patio de San Dámaso, donde se había izado la bandera estadounidense. El presidente Joe Biden, que llegó a Italia durante la noche para asistir a la cumbre del G20 en Roma, llegó a la Ciudad del Vaticano para mantener una audiencia con el Papa Francisco. Se trató del primer encuentro en su papel de presidente, dado que en el pasado Biden ya había saludado al Pontífice en tres ocasiones.
La larga comitiva presidencial, que partió de Villa Taverna, residencia del presidente en Roma, estaba formada por más de cincuenta vehículos, entre los cuales blindados y todoterrenos. Abierta por una escolta de diez motos y las gacelas de la Policía del Estado italiano, mientras un helicóptero vigilaba la zona, recorrió la Via della Conciliazione siguiendo la ruta previamente sellada por las fuerzas del orden. Tras su reunión en la Ciudad del Vaticano, se espera que Biden acuda al Quirinal para reunirse con el Presidente italiano, Sergio Mattarella, y con el Primer Ministro, Mario Draghi.
El presidente Biden esperó en su limusina unos segundos: al toque de la última campana de las 12, se abrió la puerta y salió junto a su esposa Jill, quien vestía de azul oscuro con un velo negro. La pareja presidencial fue recibida por el regente de la Casa Pontificia, Monseñor Leonardo Sapienza. "Muchas gracias, es bueno estar de vuelta", dijo el jefe de la Casa Blanca, bromeando también con algunos de los gentilhombres de Su Santidad presentes para esta acogida oficial.
El presidente (el segundo que es católico después de John Fitzgerald Kennedy) fue acompañado a la Sala del Tronetto, donde tuvo lugar el primer saludo con el Papa. A continuación, Francisco se trasladó con el presidente a la Biblioteca Apostólica a las 12:10 horas, donde, uno frente al otro en el escritorio, comenzaron su conversación confidencial, que terminó poco después de las 13:25 horas.
Fue, por lo tanto, un diálogo de unos 75 minutos, probablemente el más largo hasta la fecha entre un Papa y un presidente estadounidense, muy por encima de lo ocurrido en 2014, durante el encuentro privado con el entonces presidente Barack Obama, que duró 50 minutos.
En el comunicado de la Casa Blanca, emitido poco después de la salida de Biden del Vaticano, se informa que el presidente estadounidense "agradeció a Su Santidad su apoyo a los pobres y a los que sufren a causa del hambre, la guerra y la persecución en todo el mundo". Biden "elogió el liderazgo del Papa Francisco en su lucha contra la crisis climática, así como su compromiso de garantizar el fin de la pandemia para todos, mediante vacunas compartidas y una recuperación económica mundial ecuánime".
La audiencia concluyó con el tradicional intercambio de dones y saludos a la delegación de diez miembros, entre los que se encontraban el Secretario de Estado, Antony Blinken, y el Asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan. A continuación, Biden se reunió con el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher.
El Papa regaló al Presidente de los Estados Unidos una pintura en una baldosa de cerámica que representa a un peregrino en el terraplén del Tíber señalando la Basílica de San Pedro. A esto se suman algunos documentos, los mismos que se entregaron unas horas antes al presidente surcoreano Moon: el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2021 con su firma; el Documento sobre la Fraternidad Humana firmado en Abu Dhabi con el gran imán de Al-Azhar y el volumen sobre la Statio Orbis publicado por LEV que recoge las fotos más bellas de la oración del Pontífice el 27 de marzo de 2020, en plena pandemia.
El presidente Biden correspondió con una casulla tejida a mano y bordada con flores y frutas, que se remonta a 1930, cuando se encargó al conocido sastre Gamarelli y, desde entonces, ha sido utilizada por los jesuitas en los Estados Unidos. La casulla procede del archivo histórico de la Holy Trinity Catholic Church, una iglesia de Washington que desempeñó un importante papel en el apoyo a las causas de la desegregación y los derechos civiles a partir de 1787. Al mismo tiempo, la Casa Blanca ha asegurado que hará una donación de ropa de invierno a organizaciones benéficas, en nombre del Papa Francisco, para agradecerle este encuentro, con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, el 14 de noviembre.
La audiencia de hoy corresponde al cuarto contacto directo entre el Papa Francisco y Joe Biden. El primero había tenido lugar en la Misa inaugural del pontificado, el 19 de marzo de 2013; luego ambos se encontraron dos años después, en 2015, durante la visita de Francisco a los Estados Unidos, primero a la Casa Blanca y luego al Congreso. En 2016, la tercera reunión, que tuvo lugar el 29 de abril en el Vaticano, donde Biden asistía a la Cumbre Mundial dedicada a la medicina regenerativa. A esto se suma la llamada telefónica del Pontífice, en noviembre de 2020, al recién elegido presidente de los Estados Unidos para felicitarle.
El staff de Biden había anunciado que el presidente agradeció al Pontífice y expresó su aprecio "por el liderazgo de Su Santidad en la promoción de la paz, la reconciliación y los lazos comunes de la humanidad en todo el mundo". La nota también informa acerca del "deseo" del jefe de Estado de "trabajar juntos sobre la base de valores comunes" en el reconocimiento de "la dignidad y la igualdad de toda la humanidad, la atención a las personas marginadas y a los pobres, la lucha contra el cambio climático y la acogida e integración de los migrantes y refugiados en todas las comunidades".
Desde 1919, seis Papas han recibido a un presidente estadounidense en el Vaticano: Benedicto XV, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Los tres últimos Papas también se han reunido oficialmente con un dirigente estadounidense en suelo norteamericano.
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