El corazón de peregrina de la Arquidiócesis de LA dice salta al visitar el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en México
By Marietha Góngora V., OSV News
(OSV News) -- Para Annabelle Baltierra estar a los pies de la tilma de la Virgen de Guadalupe en su santuario en Ciudad de México no es algo nuevo, sin embargo, cada vez que regresa su corazón salta de alegría como si fuese la primera vez.
Hija de padres mexicanos, esta devota de La Morenita lleva consigo desde el día que fue bautizada una medallita con su imagen, un regalo que le fue dado por sus padres, quienes la encomendaron a Nuestra Señora.
Para Baltierra su protección ha sido puesta a prueba varias veces, como en el accidente que sufrió dos días antes del Día de Acción de Gracias del año pasado cuando inexplicablemente se salvó de morir tras un aparatoso accidente de tránsito. “De verdad pienso que ella y mis papás, que en paz descansen, estuvieron conmigo”.
El pasado 6 de junio, un día antes de su cumpleaños, visitó el santuario y de madre a Madre ella pidió por la salud y bienestar de sus nietos y sus hijos y agradeció por todos los favores recibidos.
Comenta Baltierra que durante la peregrinación visitaron lugares “significativos para nosotros como católicos, ir a ver iglesias, sitios importantes acerca de Nuestra Señora de Guadalupe y también nos dio un poco de tiempo también disfrutar y conocer la Ciudad de México, tener el tiempo para conocernos uno al otro porque había peregrinos de varias parroquias”.
Baltierra, quien se desempeña como directora de Recursos Humanos en la Arquidiócesis de Los Ángeles, le dijo a OSV News que cada verano de su infancia incluía visitar esta basílica, así como lo hacen millones de devotos cada año -- entre ellos quienes avanzan de rodillas para agradecer por los favores recibidos o para elevar una petición a la Virgen de Guadalupe; gesto que de pequeña solía impresionarla.
Como experiencia personal estar presente en este santuario es algo memorable, y mucho más si ese momento se comparte con más de 300 devotos que peregrinan juntos. Baltierra fue una de ellos. “Toda esta gente hablando de su fe, creo que fue muy diferente y especial para mí vivirlo en comunidad”, dijo.
Esta es la segunda vez que Baltierra hace parte de la peregrinación de la Arquidiócesis de Los Ángeles a esta basílica. “Yo oí comentarios que otras personas habían hablado entre sí, entre ellos mismos, acerca de los milagros que ellos creen que les trajo la Virgencita”, comentó Baltierra.
Ella recuerda especialmente una vez que muy triste y de rodillas pedía a la Madre del Cielo su intercesión para conseguir empleo.
“Estaba muy triste y estaba con la cabeza agachada, literalmente en mi pecho, y sentí una presencia que me alzó la cara para mirarla a Ella”, relata Baltierra, quien recuerda, especialmente, la paz que experimentó en aquel momento.
Esta devota sueña con el día que pueda rendirle honores a Nuestra Señora bailando a las afueras de su santuario las danzas folclóricas mexicanas, ritmos que aprendió en su paso por la universidad; tal y como lo ha hecho con el Grupo Folclórico de West LA, al cual pertenece junto a otros fieles de la parroquia Santa Catalina de Sienna.
“Depende de a dónde vamos a bailar, llevamos la virgencita con nosotros”, comenta Baltierra, que frecuentemente participa con su arte en las diferentes celebraciones para rendirle honores a la Virgen Morena en la Arquidiócesis de Los Ángeles.
Baltierra dijo que la presencia de monseñor José H. Gomez, arzobispo de Los Ángeles, y de los seis sacerdotes que participaron de esta peregrinación fue crucial. “Verlos en ese papel también fue algo muy especial”, dijo.