El egoísmo impide avanzar en la lucha contra el cambio climático, dice cardenal en representación del Papa
Por Cindy Wooden, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Los esfuerzos para frenar el cambio climático y mitigar su impacto, particularmente en los pobres, están siendo frustrados por el egoísmo, dijo el secretario de Estado del Vaticano a los líderes mundiales en la conferencia sobre el clima COP29.
En representación del Papa Francisco en la conferencia de Bakú, Azerbaiyán, el cardenal Pietro Parolin dijo a los líderes que su reunión del 11 al 22 de noviembre tenía lugar en un momento de "creciente desilusión con las instituciones multilaterales y peligrosas tendencias a construir muros".
Pero, dijo, "El egoísmo -- individual, nacional y de los grupos de poder -- alimenta un clima de desconfianza y división que no responde a las necesidades de un mundo interdependiente en el que deberíamos actuar y vivir como miembros de una única familia que habita la misma aldea global interconectada".
Ignorar o negar el problema no hará que desaparezca, afirmó el cardenal, leyendo el mensaje del pontífice. "La indiferencia es cómplice de la injusticia".
El texto del cardenal, dado a conocer en el Vaticano el 13 de noviembre, aseguraba a los participantes la "cercanía, apoyo y aliento del Papa Francisco para que la COP29 logre demostrar que existe una comunidad internacional dispuesta a mirar más allá de los particularismos y a poner en el centro el bien de la humanidad y de nuestra casa común, que Dios ha confiado a nuestro cuidado y responsabilidad".
Los debates en Bakú tenían lugar en medio de la preocupación por el hecho de que el presidente electo Donald Trump se haya comprometido a retirar a Estados Unidos de los acuerdos climáticos de París, como ya hizo durante su primer mandato, y a desmantelar muchas normativas medioambientales vigentes.
El cardenal Parolin insistió en que la financiación generosa y la cooperación internacional sobre el cambio climático son necesarias para "crear una cultura del respeto a la vida y a la dignidad humana".
Uno de los objetivos clave de la COP29 es garantizar la financiación necesaria para apoyar la acción climática urgente solicitada en el Acuerdo de París de 2015 y ayudar a las comunidades pobres cuando se produzcan desastres relacionados con el clima.
El cardenal Parolin dijo a los participantes que deben hacerse esfuerzos para encontrar formas de mitigar el cambio climático y su impacto sin socavar aún más "el desarrollo y la resiliencia de muchos países que ya están agobiados por una deuda económica paralizante".
"Cuando se habla de financiación climática, es importante recordar que la deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de la misma moneda, que hipotecan el futuro", dijo el cardenal, al leer el mensaje del Papa. "Deuda ecológica" se refiere a la responsabilidad que tienen las naciones más ricas del mundo debido a su explotación de los recursos en los países más pobres del mundo y al daño medioambiental que han causado en ellos.
El cardenal Parolin dijo a los líderes mundiales que, al igual que sus predecesores, el Papa Francisco había hecho un llamamiento a los países más ricos del mundo para que aliviaran la deuda externa de los países más pobres del mundo durante el Jubileo 2025.
Citando la proclamación formal del Año Santo del Papa Francisco, "Spes Non Confundit" ("La esperanza no defrauda"), el cardenal dijo que las naciones ricas son llamadas a que "reconozcan la gravedad de tantas decisiones tomadas y determinen condonar las deudas de los países que nunca podrán saldarlas".
"Antes que tratarse de magnanimidad es una cuestión de justicia", continuó, "agravada hoy por una nueva forma de iniquidad de la que hemos tomado conciencia. Porque hay una verdadera ‘deuda ecológica’, particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por algunos países".
El mundo y sus habitantes necesitan una estructura financiera mundial "centrada en el ser humano, audaz, creativa y basada en los principios de equidad, justicia y solidaridad", afirmó el cardenal Parolin. También debe promover oportunidades de desarrollo neutras desde el punto de vista climático para los más pobres del mundo y los más vulnerables a los desastres climáticos.
"Tenemos los recursos humanos y tecnológicos para invertir el rumbo y perseguir el círculo virtuoso de un desarrollo integral que sea verdaderamente humano e inclusivo", afirmó el cardenal.
El cardenal Parolin pidió a los participantes que muestren a la población mundial que hay razones para la esperanza y que renueven su confianza en que "siempre podemos reorientar nuestros pasos, que siempre podemos hacer algo para resolver nuestros problemas".