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June 13, 2024Por Justin McLellan, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Los cristianos deben leer las Escrituras a menudo, todos los días si es posible, y acudir al Espíritu si la lectura del Evangelio les resulta árida, dijo el Papa Francisco.
Incluso cuando uno ha leído repetidamente un pasaje de las Escrituras "sin ninguna emoción particular", puede suceder que, en el momento adecuado y en una atmósfera de fe y oración, "ese texto se ilumine, nos hable, arroje luz sobre un problema que vivimos, aclare la voluntad de Dios para nosotros en una situación determinada", dijo el Papa durante su audiencia general del 12 de junio.
"¿A qué se debe este cambio, sino a una iluminación del Espíritu Santo?", preguntó. "Las palabras de la Escritura, bajo la acción del Espíritu, se vuelven luminosas".
Para comenzar su audiencia, el Papa entró en la Plaza de San Pedro en el papamóvil al son de las gaitas y tambores interpretados por la 38 Brigada (irlandesa) y el Regimiento Real Irlandés del ejército británico. La brigada visitó el Vaticano para conmemorar el 80 aniversario de la liberación de Roma de la ocupación nazi y su audiencia del 12 de junio de 1944 con el Papa Pío XII.
Continuando con su serie de catequesis sobre el Espíritu Santo, el Papa Francisco reflexionó sobre el papel del Espíritu en la revelación, que dijo no sólo inspiró las sagradas Escrituras, sino que "las explica y las hace eternamente viva y activa".
Dijo que la Iglesia "se nutre de la lectura espiritual de la Sagrada Escritura, es decir, de la lectura realizada bajo la guía del Espíritu Santo que la inspiró".
En el centro del Evangelio está el acontecimiento de la muerte y resurrección de Cristo, que "desvela todos los misterios ocultos y ofrece la verdadera clave de lectura de toda la Biblia”, dijo.
"La muerte y resurrección de Cristo es la luz que ilumina toda la Biblia y también ilumina nuestras vidas", aseguró el Papa.
El Papa Francisco animó a los cristianos a dedicar tiempo cada día a la práctica de la "lectio divina", leer y meditar el Evangelio, y recomendó llevar consigo un ejemplar de bolsillo del Evangelio para leerlo en momentos a lo largo del día.
Sin embargo, la mejor manera de comprometerse con el Evangelio es a través de la liturgia, dijo, en la que "vemos cómo un acontecimiento o una enseñanza dados en el Antiguo Testamento encuentran su plena realización en el Evangelio de Cristo".
Las homilías tienen por objeto trasladar la lectura del Evangelio "del libro a la vida", dijo el Papa, pidiendo a los sacerdotes que sus homilías no duren más de ocho minutos.
"Después de ese tiempo se pierde la atención y la gente se duerme, y tiene razón", dijo. El Papa Francisco señaló que los sacerdotes "que hablan mucho, a menudo, y no se entiende de qué hablan", y los animó a comunicar a sus fieles un pensamiento, un sentimiento y una propuesta de acción concreta en sus homilías.
"Porque la homilía debe ayudar a transferir la Palabra de Dios del libro a la vida. Y, entre las muchas palabras de Dios que escuchamos cada día en la Misa o en la Liturgia de las Horas, siempre hay una que está destinada especialmente a nosotros Algo que nos llega al corazón", dijo. "Si la acogemos en nuestro corazón, puede iluminar nuestra jornada, animar nuestra oración. ¡Se trata de no dejar que caiga en saco roto!".
En sus saludos a los visitantes, el Papa Francisco pidió oraciones por Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y los "muchos países que están en guerra".
"La guerra es siempre, desde el primer día, una derrota", dijo. "Recemos por la paz, para que el Señor nos dé fuerza para luchar siempre por la paz".