LISBOA, Portugal (CNS) -- Ante un mar de banderas ondeantes que representaban a países grandes y pequeños de todo el mundo, el Papa Francisco dijo a unos 500.000 jóvenes que cantaban, gritaban y se balanceaban que Dios ha llamado a cada persona por su nombre, no por su nombre en las redes sociales.
"No están aquí por casualidad", dijo a la multitud de gente en el Parque Eduardo VII de Lisboa el 3 de agosto para la ceremonia de bienvenida de la Jornada Mundial de la Juventud. "vos, vos, vos, acá todos nosotros, yo, todos fuimos llamados por nuestro nombre".
Aunque las redes sociales conocen los nombres, gustos y preferencias de los jóvenes, "todo esto no interpela tu unicidad, sino tu utilidad para los estudios de mercado", dijo en su primer evento de la Jornada Mundial de la Juventud.
Las "ilusiones" del mundo virtual "nos atraen y prometen felicidad", pero luego se muestran como "cosas vanas, pompas de jabón, cosas superfluas, cosas que no sirven, que nos dejan vacíos por dentro", dijo el Papa. "Les digo una cosa, Jesús no es así. Él confía en ti, en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros, porque para Jesús cada uno de nosotros le importamos, cada uno de ustedes le importa y ese es Jesús".
Entre los jóvenes que llenaban el parque bajo el sol de Lisboa horas antes de la llegada del Papa estaba Tyler Nguyen, de Colorado, de 18 años. Él le dijo a Catholic News Service que las redes sociales plantean el mayor desafío para los jóvenes que practican la fe, "ya que los católicos son a menudo percibidos en línea como extremistas".
Pero en la Iglesia, dijo el Papa Francisco, "hay espacio para todos”, en la Iglesia “ninguno sobra, ninguno está de más, hay espacio para todos, así como sós”. Saliéndose de su discurso preparado, pidió a todos los jóvenes que "repitan conmigo: Todos, todos, todos", antes de que olas de "todos, todos, todos" en varios idiomas -- se extendieran entre la multitud.
"Esa es la Iglesia", dijo, "la madre de todos; hay lugar para todos".
Entre la multitud había banderas de países con una gran población católica, como España y Brasil, pero también se mostraban con orgullo pancartas de países donde los católicos representan una pequeña parte de la población.
Sona Kc, una católica de 26 años convertida del hinduismo, era una de las cuatro personas sentadas bajo la bandera de Nepal antes de la llegada del Papa. Dijo a CNS que la reunión de jóvenes para la bienvenida oficial del Papa a la JMJ era "la mayor cantidad de católicos que he visto".
Dijo que le llamó especialmente la atención la invitación del Papa Francisco a todos los jóvenes, no sólo a los católicos, a participar en la Jornada Mundial de la Juventud, y aprecia sus esfuerzos por implicar a los jóvenes en el próximo Sínodo de los Obispos.
Tras el saludo del cardenal Manuel do Nascimento Clemente de Lisboa, los jóvenes leyeron mensajes en varios idiomas enviados al Papa en los que pedían consejo y compartían los retos personales a los que se enfrentan en la vida y en la fe, desde los problemas migratorios y el hambre hasta la desesperanza y la pérdida de fe.
Pero en lugar de dar respuestas directas, el Papa dijo a los jóvenes que hacer preguntas es "a menudo mejor que dar respuestas, porque quien pregunta permanece inquieto, y la inquietud es el mejor remedio para la rutina, a veces una especie de normalidad que anestesia el alma".
El Papa Francisco les instó a no dejar nunca de hacer preguntas y a llevarlas ante Dios en la oración. "Preguntas que con la vida se van haciendo respuesta, sólo tenemos que esperarlas", dijo.
"Los invito a pensar -- esto es tan hermoso -- que Dios nos ama como somos, no como quisiéramos ser o como la sociedad quisiera que seamos, como somos", dijo levantando la mirada de su texto preparado. "¡Nos llama con los defectos que tenemos, con las limitaciones que tenemos y con las ganas que tenemos de seguir adelante en la vida!".
"Dios nos ama así; confíen, porque Dios es Padre", dijo entre vítores de la multitud. Luego señaló hacia un ícono de María que tenía a su lado en el escenario. "No es muy fácil", dijo, "pero para eso tenemos una gran ayuda: la madre del Señor. Ella también; ella es nuestra madre".