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Afecto y oración por un trabajo que durante tantos años ha "mirado dentro de los acontecimientos" para una mejor comprensión de la Iglesia universal: este es el centro de la carta escrita por el Papa Francisco con motivo del 50 aniversario de la edición semanal en lengua alemana de L'Osservatore Romano.
Acompaño con placer a las colaboradoras y colaboradores, así como a los lectores de lengua alemana con mi oración - escribe el Papa -. "Desde hace medio siglo, el periódico edifica a quienes lo leen, semana tras semana, con una mirada dentro de los acontecimientos de la Iglesia de Roma y del mundo; informa sobre la Palabra del Sucesor de Pedro, además de ofrecer una rica variedad de aportaciones culturales". Este compromiso, reconoce Francisco, ofrece "su propia contribución, para que los fieles de las Iglesias locales conozcan mejor a la Iglesia universal". A los que contribuyen "a este servicio de mediación" y a los estimados lectores, el Papa les imparte su bendición.
La misión principal del diario vaticano es difundir los discursos del Papa y los documentos de la Santa Sede en traducción oficial. El periódico va acompañado de profundizaciones periodísticas sobre argumentos de teología e historia del arte. La edición semanal en alemán de L'Osservatore también se publica digitalmente, se imprime y se distribuye en Alemania, bajo la responsabilidad de Schwabenverlag. "Para mí es una bonita tarea y un reto formar parte de la comunicación del Papa, acompañarle en su vida cotidiana, por así decirlo", afirma la historiadora del arte Johanna Weißenberger, proveniente de Bad Neuenahr y que forma parte del equipo de redacción del L'Osservatore Romano alemán junto a Matthias Hoch y Susanne Siegl-Mocavini. "Me gusta especialmente el trabajo de traducción", dice, "porque nos permite ofrecer a los lectores la palabra original del Papa, la materia prima, digamos, en la que todo el mundo puede basarse para entender lo que el Papa dijo realmente".
El actual equipo de redacción de la edición alemana del OR"La tendencia es cada vez más hacia la digitalización; naturalmente la seguimos, pero espero que podamos mantener la edición impresa en el futuro", añade Susanne Siegl-Mocavini, originaria de Schorndorf y estudiosa de literatura. Ella es protestante, una rareza entre los empleados del Vaticano. "Ofrecemos un tipo de texto que está diseñado para favorecer la profundización", subraya, haciéndose eco de una preocupación generalizada entre diferentes grupos de lectores. "Es posible que muchos no tengan ningún conocimiento de informática o que vivan en zonas del mundo donde no tengan acceso a las ediciones digitales. O pueden ser personas mayores que simplemente prefieren las ediciones impresas - señala - al igual que no todo el mundo utiliza un dispositivo de lectura cuando lee. La invitación es a no olvidar que a la gente le gusta tener un libro en sus manos, simplemente. De ahí el lanzamiento de un verdadero llamamiento por la edición impresa.
Matthias Hoch, que dirige la edición semanal alemana de L'Osservatore Romano, procede de Coburgo, su formación está vinculada al estudio de Lenguas y Literatura romance. Llegó al periódico en lengua alemana a través de unas prácticas en Radio Vaticano en 1998. Con motivo del 50º aniversario del periódico, él también espera un futuro fructífero para este órgano informativo. "Lo que más me gusta de este trabajo es que, en el contexto de una comunicación sobre la Iglesia y el Papa, a veces demasiado polémica o centrada en determinados temas, intentamos mantener una cierta sobriedad en la comunicación de los fundamentos de la fe para ayudar al Papa a difundir su Magisterio. Y llevamos el fruto de este trabajo a los países de habla alemana".
Mensaje de buenos deseos de Pablo VI en 1971En su despacho, Matthias Hoch conserva la imagen de Pablo VI bendiciendo la iniciativa editorial del Vaticano hace cincuenta años. "Con alegría acogemos la nueva edición semanal de L'Osservatore Romano en alemán y acompañamos su aparición con Nuestros mejores deseos", fueron las palabras del entonces Pontífice. "Que contribuya a fomentar el espíritu de solidaridad fraterna entre el pueblo de Dios. Impartimos cordialmente Nuestra Bendición Apostólica a quienes han contribuido merecidamente a la realización de esta iniciativa, así como a todos los colaboradores y lectores de este periódico. Desde el Vaticano, 1 de octubre de 1971".
SU CONTRIBUCIÓN A UNA GRAN MISIÓN: APOYARNOS PARA LLEVAR LA PALABRA DEL PAPA A TODOS LOS HOGARES