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May 19, 2022Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano
Ante la profunda crisis antropológica y de sentido que atraviesa el mundo, "la Iglesia tiene el deber de responder de forma adecuada y eficaz". Así lo escribió el Papa en el mensaje enviado al Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana que, con el Congreso internacional e interdisciplinaria "Adán, ¿dónde estás? La cuestión antropológica hoy", celebra el 50º aniversario de su fundación.
El evento pretende analizar cómo los desafíos actuales -incluyendo la globalización, las nuevas tecnologías, la crisis ecológica, lo posthumano- afectan a la persona humana y a su dignidad trascendente, y si la Iglesia será capaz de responder de forma creativa y con vistas al futuro. Todo ello desde una perspectiva psicológica, filosófica, teológica y sociológica.
La guerra es la peor consecuencia de la destructividad humana
Analizando el presente, en su mensaje, Francisco alude a lo que está ocurriendo en Ucrania, y define "la inmensa tragedia de la guerra que está teniendo lugar ante nuestros ojos, 'la peor consecuencia de la destructividad humana, tanto individual como sistémica, que no se toma suficientemente en serio y no se atiende debidamente ni se erradica de raíz'. Afirma que es necesario "aprender a decir no al mal", "levantar a los heridos u ofendidos en su dignidad" y "formar personas capaces a su vez de forjar formadores con una sólida preparación antropológica".
Por ello, la Iglesia sigue esperando del Instituto "un servicio de calidad basado en los conocimientos de la psicología con aportaciones de la teología y la filosofía". "Vuestra misión está al servicio de la promoción de la persona humana y del proceso continuo de evangelización -añadió el Pontífice-, que se realiza traduciendo en la existencia humana concreta el don supremo de la Redención realizada por el Señor Jesucristo.
El enfoque interdisciplinario en la pastoral de los fieles
En su mensaje, Francisco recuerda que el Instituto de Psicología nació "en la onda del aggiornamento eclesial iniciado por el Concilio Vaticano II, que en la Gaudium et spes exhortó, en la pastoral, a servirse "no sólo de los principios de la teología, sino también de los descubrimientos de las ciencias profanas, ante todo de la psicología y la sociología, para conducir a los fieles a una vida de fe más pura y madura". En sus 50 años de historia, continúa el Papa, el Instituto ha perseguido "con valentía la interdisciplinariedad en la pastoral de los fieles, tanto en el campo de la investigación y de las numerosas publicaciones, como en la práctica pastoral y formativa".
Y "siguiendo el principio ignaciano de cura personalis", ha "preparado especialistas capaces de integrar la espiritualidad y la psicología en las actividades apostólicas y educativas, en diferentes contextos geográficos y culturales de la Iglesia". Más de medio millar de hombres y mujeres, de diversas culturas en distintos continentes, en colaboración con el Instituto, han dado lugar a una quincena de centros especializados para formadores en distintas regiones de África, América Latina, Asia y Europa.
Al servicio de la Iglesia saliente
El congreso con el que el Instituto de Psicología celebra medio siglo de actividad quiere partir de la herencia del pasado para afrontar los retos del futuro, subrayó Francisco, señalando que el tema elegido, "en la situación actual del mundo, resuena con gran fuerza, nos cuestiona, nos sacude y nos invita a un serio examen de conciencia y a la conversión".
Por último, el Papa desea que "las celebraciones del 50º aniversario del Instituto Gregoriano de Psicología renueven "el compromiso con la investigación, la enseñanza y la atención a las personas", para que profesores y estudiantes estén "al servicio de la Iglesia para salir hacia las periferias existenciales de los hombres y mujeres de hoy, en la diversidad de sus culturas, pero unidos por la necesidad de apoyo e impulso para afrontar las dificultades y los desafíos de la vida".
El Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana
Fundado en 1971, el Instituto Gregoriano de Psicología tiene como objetivo preparar especialistas que integren la dimensión espiritual y psicológica en las actividades apostólicas y educativas que se les encomienden en sus propios contextos geográficos y culturales. En la actualidad, sus aproximadamente 600 exalumnos trabajan como formadores y educadores y en otras funciones de responsabilidad en todo el mundo. Respondiendo a la invitación del Concilio Vaticano II de utilizar las ciencias, 'principalmente la psicología y la sociología', para purificar y madurar la vida de fe", el Instituto pretende ofrecer una visión de la persona que, teniendo en cuenta los valores cristianos y la importancia de las motivaciones subconscientes, se erija como un sólido fundamento en la tarea de ayudar a otros a crecer en su vocación.