CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Hacer del mundo un lugar mejor comienza con la oración y pequeños pasos como decir hola, pedir disculpas o decir gracias, dijo el Papa Francisco en una carta a los niños del mundo.
"El mundo se transforma, ante todo, por medio de las cosas pequeñas, sin avergonzarse de dar sólo pasos pequeños", escribió en la carta que fue publicada el 2 de marzo.
La carta incluía una invitación a los jóvenes a participar en la primera reunión del Jornada Mundial de los Niños, que se celebrará en Roma los días 25 y 26 de mayo. En una rueda de prensa posterior a la publicación de la carta, los organizadores dijeron que ya se habían inscrito 57.000 niños de 60 países y que esperaban que 100.000 niños de entre 6 y 12 años asistieran al acto inaugural en el Estadio Olímpico de Roma y a la Misa con el Papa Francisco al día siguiente en la Plaza de San Pedro.
En su carta, el Papa Francisco dijo a los niños que son "la alegría de sus padres y de sus familias, son también la alegría de la humanidad y de la Iglesia, donde cada uno es como un eslabón de una larguísima cadena, que se extiende del pasado al futuro y que cubre toda la tierra".
Los niños también le recuerdan a todos su necesidad y deseo de crecer y florecer, y que todas las personas son hijos e hijas de alguien y son hermanos y hermanas, dijo. "Nadie puede existir sin alguien que lo traiga al mundo, ni crecer sin tener otras personas para amar y sentirse amado".
"Nuestra pequeñez nos recuerda que somos frágiles y que necesitamos los unos de los otros, como miembros de un único cuerpo", escribió el Papa.
El Papa Francisco explicó a los niños que eligió el pasaje bíblico "He aquí, yo hago nuevas todas las cosas" como tema de la jornada mundial de la infancia porque es un recordatorio de que para hacer del mundo un lugar mejor, las personas necesitan estar unidas a Jesús y a los demás.
"Con Jesús podemos soñar una humanidad nueva y comprometernos por una sociedad más fraterna y atenta a nuestra casa común", escribió el Papa.
Compartiendo "un secreto importante" con los niños, el Papa Francisco les dijo que si realmente quieren ser felices, necesitan rezar todos los días "porque la oración nos conecta directamente con Dios" y "nos llena el corazón de luz y calor".
E incluso los más jóvenes pueden entender que no pueden ser felices solos "porque la felicidad crece en la medida en que se comparte", dijo. "(La alegría) nace con la gratitud por los dones que hemos recibido y que a su vez compartimos con los demás".
"Cuando aquello que hemos recibido lo guardamos sólo para nosotros, o incluso hacemos berrinches para conseguir este o aquel regalo, en realidad nos olvidamos de que el don más grande somos nosotros mismos, los unos para los otros; nosotros somos el regalo de Dios", decía la carta. "Los otros dones sirven, sí, pero en la medida en que nos ayudan a estar juntos; si no los usamos para eso estaremos siempre insatisfechos y nunca nos serán suficientes".
"Piensen en sus amigos; qué hermoso es estar con ellos, en casa, en la escuela, en la parroquia, en el oratorio, en todas partes", escribió el Papa Francisco. "Jugar, cantar, descubrir cosas nuevas, divertirse, todos juntos, sin dejar atrás a nadie. La amistad es hermosísima y sólo crece así, compartiendo y perdonando, con paciencia, valentía, creatividad e imaginación, sin miedo y sin prejuicios".
Para preparar la Jornada Mundial de los Niños, el Papa les pidió que recen el Padre Nuestro cada mañana y cada noche con sus familias y que reflexionen sobre las palabras de esta oración.
Jesús, dijo, "nos llama y desea que, con Él, seamos protagonistas de esta Jornada Mundial, como constructores de un mundo nuevo, más humano, justo y pacífico".
"Jesús, que se ofreció en la cruz para reunirnos a todos en el amor; Él, que venció la muerte y nos reconcilió con el Padre, quiere continuar su obra en la Iglesia por medio de nosotros", escribió el Papa. "Piensen en esto, especialmente quienes se están preparando para recibir la Primera Comunión".