CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Los cristianos deben buscar activamente formas de salvar la brecha entre ricos y pobres creada por la creciente desigualdad y fomentar caminos de solidaridad, dijo el Papa Francisco.
"Hay que restablecer el tejido social reparando las desigualdades", dijo a un grupo de organizadores eclesiales. "Nadie puede quedarse indiferente ante el sufrimiento de los demás".
El Papa se reunió el 4 de noviembre con los participantes en un encuentro internacional de "Iglesias Hospital de Campaña", cuyo objetivo es servir a sus comunidades de forma innovadora y compasiva. La reunión de Roma fue su tercer encuentro, y reunió a organizadores que dirigen iniciativas en países como España, Italia, México, Argentina y Jordania.
Una de las primeras iglesias de la red en poner en marcha una iniciativa de "hospital de campaña" fue San Antón, en Madrid, que, tras permanecer cerrada durante 10 años, reabrió sus puertas las 24 horas del día para convertirse en un santuario para personas sin hogar. Iglesias de otros países siguieron su ejemplo, abriendo sus puertas para apoyar a refugiados y familias en situación vulnerable.
El Papa Francisco dijo que, a través de su apostolado, los organizadores eclesiales denuncian "a la sociedad la desigualdad, a veces tan grande, entre ricos y pobres, entre nacionales y extranjeros, no es lo que Dios quiere de la humanidad y, en justicia, estas cosas requieren ser resueltas".
Les instó a "sembrar esperanza" entre las personas a las que sirven, ya sean personas sin hogar, refugiados, miembros de una familia vulnerable, víctimas de la guerra o miembros de la sociedad marginados por otros motivos.
"Aunque estos hermanos muchas veces vivan abrumados ante un panorama que pudiera asemejarse a un ‘callejón sin salida'", el Papa les dijo que ofrecieran ánimo recordándoles "que la esperanza cristiana es más grande que cualquier situación".
"Esto no es fácil decírselo a un herido de guerra", reconoció, "pero hay que decirlo, porque la esperanza tiene su fundamento en el Señor, no en el hombre".
El Papa Francisco hizo hincapié en la necesidad de acoger a los migrantes, señalando que España e Italia los necesitan a la luz de la disminución de las tasas de natalidad, y elogió a los cristianos en particular en las partes meridionales de ambos países que han acogido a los migrantes musulmanes, viendo esto como una oportunidad para vivir el Evangelio a través de la acción compasiva.
El Papa Francisco pidió a los organizadores que recordaran que atender a los más vulnerables de la sociedad es un "privilegio", explicando que "que tenemos la ocasión de acercarnos a ellos, brindarles nuestra ayuda, es la oportunidad que tenemos de tocar la carne de Cristo".
La evangelización "no es una cosa abstracta, una ideología, que se reduce a un adoctrinamiento", dijo, porque es en la atención a los vulnerables donde llevar el Evangelio "se hace concreto ahí, en el compromiso cristiano con los más necesitados; ahí está la verdadera evangelización".
El Papa les animó a testimoniar el principio cristiano de la acogida "más con los gestos que con las palabras", y les pidió que sigan viendo el rostro de Cristo en cada persona vulnerable a la que atienden, independientemente de su fe.