Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano
El llamamiento del Papa Francisco al rezo del Rosario en este mes de mayo, dedicado de forma especial a la Virgen, para invocar el fin de la pandemia, ha sido acogido en todas las partes del mundo y se han promovido numerosas iniciativas de oración, empezando, como es sabido, por los santuarios marianos repartidos por los cinco continentes. Las Congregaciones de 1909 que son miembros de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG) también respondieron a Francisco con gran entusiasmo. En particular, se han promovido dos iniciativas. La primera será la publicación en las redes sociales de la UISG, del 26 al 30 de mayo a las 12 horas, de una video-oración preparada por una Congregación de hermanas cuya espiritualidad es mariana; la segunda, el 31 de mayo, es un encuentro online de los miembros de la Unión para rezar el Rosario en cuatro idiomas, un acto coral de oración en el que participarán las hermanas de los países más afectados por Covid-19. La hermana Jolanta Kafka, presidenta de la UISG, subraya: "En este tiempo de inseguridad, dolor y otras consecuencias de la pandemia, recurramos juntos como Iglesia a Ella, Madre de Dios y de la humanidad". El evento del 31 de mayo, de 12 a 13 horas (hora de Roma), está abierto y puede seguirse en streaming en los canales de la UISG.
Y hoy, miércoles 26 de mayo a las 16.00 horas, en la Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos, para reunirse están las integrantes de la Asociación de Mujeres en el Vaticano, D.VA, que fue fundada en 2016, actualmente cuenta con unas setenta integrantes entre las empleadas y pensionistas de las distintas oficinas y departamentos vaticanos. "Deseamos como Asociación responder al llamamiento del Santo Padre dirigido a los fieles, en la audiencia general del pasado 5 de mayo. "Guiados por los santuarios repartidos por todo el mundo, en este mes de mayo rezamos el Rosario para invocar el fin de la pandemia y la reanudación de las actividades sociales y laborales - afirma la actual presidenta Margherita Romanelli - . También nosotros nos unimos en oración a los pies de la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes para confiarle todas nuestras preocupaciones y las de toda la humanidad, y para pedirle que haga nuestros corazones dóciles a las expectativas de fraternidad y solidaridad de nuestros hermanos".
El asistente espiritual de D.VA, el padre Federico Lombardi, dirigirá el momento de oración. Tendrá la tarea de ofrecer las reflexiones que acompañarán a los cinco Misterios gloriosos y que ayudarán a centrar la atención de los participantes en María como Madre que nos acompaña a tener fe en Jesús resucitado y a sentir a Jesús, que subió al cielo, continuamente presente en medio de la humanidad; María en el corazón de la oración de la Iglesia que pide y recibe la luz y la fuerza del Espíritu Santo. María está en el centro de la oración de la Iglesia, pidiendo y recibiendo la luz y la fuerza del Espíritu Santo, y María es asumida en el cielo "en cuerpo y alma" como fuente de esperanza para todos, a pesar de nuestras fragilidades. Margherita Romanelli dijo: "Que la fe en la Resurrección sea el motor de las acciones de todos y el motivo de esperanza en un mundo mejor y más justo, para aquellos que, especialmente las mujeres, tienen dificultades para seguir adelante, que están enfermos, o tienen dificultades en el trabajo o en sus familias, o están tristes y decepcionados. Para que reconozcamos la voz del Espíritu Santo en nosotros y en los acontecimientos de cada día y para que todos llevemos el amor y la luz del Señor a nuestros ambientes. Y de nuevo la invocación a María será para consolar a los enfermos de Covid y a los que han perdido familiares o amigos, para que todos en el mundo obtengan las vacunas y los tratamientos necesarios y para que todos nos sintamos una sola familia".
El Rosario concluirá con la lectura a varias voces de la oración que el Papa Francisco había pronunciado el pasado 1 de mayo en la apertura, en la Basílica Vaticana, del Maratón del Rosario: "Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. En la dramática situación actual, llena de sufrimiento y angustia que atenaza al mundo entero, acudamos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y busquemos refugio bajo tu protección. (...) Oh María, consoladora de los afligidos, abraza a todos tus hijos afligidos y haz que Dios intervenga con su mano omnipotente para librarnos de esta terrible epidemia, para que la vida pueda retomar su curso normal con serenidad. Nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y esperanza".
La Asociación de Mujeres en el Vaticano es la primera asociación exclusivamente femenina del Vaticano y pretende ser una red de amistad, intercambio y solidaridad entre colegas para un crecimiento humano y profesional, con la convicción de que las mujeres son un recurso valioso que debe ser valorado en todos los ámbitos de la vida y de la Iglesia. Organiza diversas actividades en los ámbitos social, cultural, espiritual y profesional: reuniones, convivencias, actos culturales, actividades de formación, iniciativas benéficas, etc. El Rosario que se rezará hoy será el primer acto organizado de forma presencial, tras la forzada ralentización de las actividades en los últimos meses, limitadas a encuentros online.
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