Por Cindy Wooden, OSV News
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Las sociedades misionales pontificias están llamadas a inspirar a todos los católicos a compartir el Evangelio, un trabajo que requiere financiación pero que nunca puede tratarse de dinero, dijo el Papa Francisco.
"Por favor, no reduzcan las sociedades a dinero", dijo el Papa a los funcionarios y directores nacionales de las sociedades con sede en el Vaticano el 3 de junio durante su reunión anual.
Las cuatro sociedades, que operan bajo y cooperan con el Dicasterio para la Evangelización, son la Sociedad para la Propagación de la Fe, la Sociedad de San Pedro Apóstol, la Asociación de la Santa Infancia y la Unión Misionera de Sacerdotes y Religiosos.
A principios de semana, Associated Press publicó una historia que afirmaba que el Vaticano estaba investigando las transferencias realizadas entre fondos relacionados con las Obras Misionales Pontificias (OMP) en los Estados Unidos, aunque la historia decía que las transferencias "parecían ser completamente legales".
Las sociedades promueven la conciencia misionera y ofrecen ayuda directa a las diócesis y órdenes religiosas y ayudan a financiar la educación de sacerdotes, religiosos y trabajadores laicos para la iglesia en tierras de misión.
El Papa Francisco insistió en que las sociedades "no son una mera agencia de distribución de fondos para los necesitados de ayuda, sino una realidad llamada a sostener la misión evangelizadora de las Iglesias, tanto universal como local, y a alimentar el espíritu misionero en el Pueblo de Dios".
Los directores y el personal de las sociedades, dijo, deben ser audaces y creativos, confiando en la ayuda del Espíritu Santo para educar a todos los católicos sobre su papel en la evangelización.
"Los invito a promover la responsabilidad misionera de los bautizados, potenciando la red capilar de las direcciones nacionales, tanto en los países de primera evangelización como en los de antigua tradición cristiana, que tal vez necesiten una nueva primera evangelización", dijo el Papa, y añadió que algunos de los países tradicionalmente cristianos están experimentando "una grave crisis de fe y necesitan una renovada evangelización y conversión pastoral".
Recordando a su audiencia que junio es un mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, el Papa les pidió que recordaran por qué es tan importante compartir el Evangelio.
"Mientras contemplamos el corazón de Cristo, descubrimos la grandeza del plan de Dios para la humanidad", dijo. "En verdad, el Padre 'tanto amó al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna'".
"En el Corazón traspasado del Crucificado podemos descubrir la medida infinita del amor del Padre, que nos ama con amor eterno; nos llama a ser sus hijos y a participar de la alegría que tiene su fuente en Él”, dijo el Papa.
En la "compasión de Jesús por los heridos, su conmoción ante el dolor, la misericordia ungiendo a los pecadores; su inmolación por el pecado del mundo", dijo el Papa Francisco, Jesús "nos ha manifestado el corazón de Dios".
Y, como él, dijo el Papa, los cristianos deben tender la mano para compartir la buena noticia de que Dios es "un padre que siempre nos espera, nos ve de lejos, viene a nuestro encuentro con los brazos abiertos; un padre que no rechaza a nadie, sino acoge a todos, que a nadie excluye a ninguno, sino que llama a todos".