Por Cindy Wooden, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Afirmando que "es en la familia donde se realizan gran parte de los sueños de Dios para la comunidad humana", el Papa Francisco pidió a las universidades católicas y a los matrimonios católicos de todo el mundo que apoyen el “Family Global Compact” (Pacto Mundial de la Familia).
"No podemos resignarnos al declive de la familia a causa de la incertidumbre, del individualismo y del consumismo, que vislumbran un futuro de individuos que sólo piensan en sí mismos", escribió el Papa en una carta publicada el 30 de mayo con el lanzamiento del pacto por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.
"No podemos ser indiferentes al futuro de la familia como comunidad de vida y amor, alianza insustituible e indisoluble entre el hombre y la mujer, lugar de encuentro entre generaciones, fuente de esperanza para la sociedad", continuó el Papa.
El apoyo pastoral, social y económico a las familias no es una preocupación exclusiva de la Iglesia, dijo, porque las familias fuertes tienen "efectos positivos en todos" y son un factor clave en la promoción del bien común.
"Las relaciones familiares sanas representan una riqueza irremplazable no sólo para los esposos y los hijos, sino para toda la comunidad eclesial y civil", escribió el Papa.
El dicasterio y la academia de ciencias sociales comenzaron a trabajar en el pacto global en 2021, buscando formas de promover la cooperación entre quienes se dedican a la pastoral familiar y los programas y centros universitarios católicos especializados en la investigación sobre la vida familiar, así como para formar una red entre las universidades.
El pacto afirma que compartiendo la investigación sobre las realidades que viven las familias hoy "pueden surgir resoluciones y objetivos útiles para las políticas públicas".
El objetivo del pacto, según su declaración de principios, es mejorar y sostener el servicio a las familias "en términos espirituales, pastorales, culturales, legales, políticos, económicos y sociales".
Gabriella Gambino, subsecretaria del dicasterio, dijo que entre los programas universitarios que ya se han incorporado figuran no sólo los dedicados al estudio de la familia, sino también un par de programas de estudios sobre la mujer, dada la realidad de que la vida familiar, encabezar familias monoparentales, afrontar el impacto de la pobreza, tratar de encontrar un equilibrio entre la vida laboral y familiar y criar a los hijos son temas que actualmente afectan más a las mujeres que a los hombres.
El pacto quiere centrarse en la importancia de las relaciones familiares, dijo Gambino, y eso incluye promover la investigación sobre las responsabilidades y relaciones de las mujeres con sus cónyuges, parejas, hijos, parientes y la comunidad en general "para que estas relaciones se tengan en cuenta en el ámbito público" cuando se debatan nuevas políticas o servicios familiares.
"Esta es nuestra preocupación: Una mujer no es sólo un individuo cuando cuida de su familia, y esto debe tenerse en cuenta en el mercado, en la sociedad, en los tipos de servicios que se ofrecen a las mujeres y en el trabajo", dijo Gambino. "Por ejemplo, hay que reconocer los lazos que una mujer tiene con sus hijos cuando se intenta armonizar el hogar y el trabajo. Estos lazos, estos vínculos son importantes, son fundamentales en la vida de las personas".
Otra cosa que dijo que esperaba que saliera del pacto es un llamamiento "a la educación de los hombres en el auténtico reparto" de la responsabilidad de la carrera profesional y el hogar, incluido el cuidado de los hijos, "porque de lo contrario la tarea de armonizar ambas cosas recae casi siempre en la mujer".
La hermana dominica Helen Alford, presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, dijo que el trabajo de los académicos mostraba tanto "luces como sombras" en cómo están las familias de todo el mundo. Pero "quedó claro en las discusiones durante la plenaria del año pasado que la familia sigue siendo una estructura social muy resistente, capaz de absorber los choques y de proporcionar apoyo y curación a las personas en muchas circunstancias diferentes".
"En un mundo que busca más resiliencia frente a las futuras crisis previstas, incluidas las derivadas del cambio climático", dijo, "invertir en la familia y en la investigación sobre cómo las familias pueden hacer frente a sus desafíos de manera más eficaz, reportaría grandes beneficios para la sociedad en su conjunto".
La academia, dijo, propuso que el Vaticano lanzara el pacto y pidió a la Iglesia que trabajara para incluir "la promoción del bienestar familiar" en el próximo conjunto de objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.
Los miembros de la academia también consideraron necesarios "planes de acción nacionales para ayudar a las familias a satisfacer sus necesidades básicas y ponerlos en práctica asignándoles una parte significativa de su presupuesto", así como la creación de grupos de trabajo para idear "contratos de trabajo favorables a la familia, centrándose en acciones concretas y preparando posiciones sobre cuestiones clave que podrían mejorar las relaciones entre familias y empresas".