Por Rachel Hoover, OSV News
(OSV News) -- En 2022, el Dicasterio para los Laicos, la Familia, y la Vida del Vaticano publicó el documento "Itinerarios Catecumenales para la Vida Matrimonial", proporcionando principios para repensar la preparación al matrimonio en la Iglesia Católica. Casi un año después, los líderes todavía están analizando y desentrañando lo que significa un "catecumenado matrimonial" para la iglesia en Estados Unidos.
En el prefacio del documento, el Papa Francisco afirma que el proceso de formar parejas para el Sacramento del Matrimonio debería tomar prestado del proceso de llevar a conversos, o catecúmenos, a la Iglesia Católica: "Así como para el bautismo de los adultos el catecumenado es parte del proceso sacramental, también la preparación para el matrimonio debe convertirse en una parte integral de todo el procedimiento del matrimonio sacramental".
La razón de este cambio, según el Papa, es para que sea un "antídoto para evitar la proliferación de celebraciones matrimoniales nulas o inconsistentes".
Desde 1970 hasta 2021, los matrimonios sacramentales católicos han disminuido en un 69% en Estados Unidos, según datos del Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado. Según el Centro de Investigación Pew, una cuarta parte de los católicos estadounidenses han pasado por el divorcio, de los cuales, el 26% señala que ellos o su cónyuge buscaron una "anulación" de la Iglesia. Este término se usa comúnmente para referirse a una declaración de nulidad, donde la Iglesia determina, después de una investigación, que el matrimonio sacramental en realidad no tuvo lugar, ya sea debido a la "falta de forma canónica" (como casarse solo civilmente) o porque una o ambas partes no consintieron plenamente en el sacramento.
Esta "preocupante disminución" en las tasas de matrimonio, las altas tasas de divorcio, un "alarmante" número de matrimonios inválidos, y una "cultura de materialismo y ambición profesional" son las razones por las que un catecumenado matrimonial es particularmente necesario en Estados Unidos, según Julia Dezelski, directora adjunta de matrimonio y vida familiar en el Secretariado para los Laicos, Matrimonio, Vida Familiar, y Juventud de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
Tory Baucum, profesor en Benedictine College, situado en Atchison, Kansas, y director del Centro para la Vida Familiar de esa universidad, manifestó a OSV News que en "Itinerarios Catecumenales", el Papa Francisco está llamando a un "cambio radical en la Iglesia" que está en continuidad con San Juan Pablo II.
"Está sacando la preparación para el matrimonio fuera del contexto del cuidado pastoral, que es cómo normalmente lo hemos pensado, y lo está poniendo en el contexto de la evangelización", explicó Baucum.
Ryan y Mary-Rose Verret, fundadores del ministerio de matrimonio "Testimonio de Amor" (Witness to Love), coinciden en que el nuevo documento le da "un enfoque de conversión" al sacramento del matrimonio.
"En la mayoría de las parroquias (hoy en día), uno puede pasar todo el periodo de su compromiso sin ir a Misa ni una sola vez", expresó Ryan Verret a OSV News.
Por otro lado, un catecumenado matrimonial busca "integrar a las personas en la vida de la parroquia y la Iglesia", añadió Verret.
En junio, los Verret, Baucum, y Dezelski asistieron a la primera Cumbre del Catecumenado Matrimonial en Houston. La cumbre reunió a líderes laicos, clérigos, y parejas para "desentrañar" el catecumenado matrimonial propuesto en "Itinerarios Catecumenales", explicó Dezelski, "con la esperanza de comprender más claramente sus implicaciones para la implementación diocesana".
"Itinerarios Catecumenales" presenta los principios que las iglesias locales pueden usar para repensar la formación matrimonial como evangelización. Entre ellos, según el dicasterio, se señala que la preparación para el matrimonio debe comenzar mucho antes del compromiso, con educación sobre la dignidad humana y la sexualidad desde la infancia.
"Necesitamos educar sobre el matrimonio como una vocación desde una edad temprana", manifestó Mary-Rose Verret.
"Las personas necesitan ver buenos matrimonios", dijo Baucum. "Estamos viviendo en la segunda generación de personas que no se casan . . . En un hogar Católico fiel, uno aprende (sobre el matrimonio) a través del ejemplo porque lo estás viendo. Pero si eso no está sucediendo, uno necesita más apoyo".
El Centro para la Vida Familiar de Benedictine, dirigido por Baucum, busca restaurar relaciones familiares saludables a través de la mentoría y la educación para jóvenes y adultos. El centro también ha desarrollado un plan de estudios sobre la dignidad humana que recientemente se ha implementado en una escuela pública local.
Otra propuesta de "Itinerarios Catecumenales" es que la preparación para el matrimonio debe extenderse más allá de la boda en un período de formación posterior al sacramento, una "mistagogía matrimonial", donde la pareja es acompañada por personas casadas más experimentadas mientras profundizan su comprensión del sacramento que han recibido y que ahora están viviendo.
Este acompañamiento requiere mentores que estén preparados para acompañar a otros, lo cual implica educar a las parejas casadas para "entender el regalo que han recibido y que deben compartir", añadió Mary-Rose.
"Nosotros (las parejas casadas) necesitamos una formación continua sobre cómo Jesús está presente en nuestra unión", expresó Baucum.
Recientemente, los Verret también coescribieron un libro sobre matrimonio y evangelización con Peter Jesserer Smith, editor de noticias nacionales de OSV News, titulado "The Road to Family Missionary Discipleship" ("El Camino hacia el Discipulado Misionero en la Familia").
"No hay límites para lo que Dios puede hacer en una relación matrimonial", afirmó Ryan Verret.
Mary-Rose Verret también señaló que el acompañamiento requiere confianza. "La mayoría de las parejas comprometidas ni siquiera tienen una relación con Jesús ni confían en la Iglesia", agregó.
Testimonio de Amor, fundado por los Verret, ayuda a las parroquias a establecer la formación que se necesita en un catecumenado matrimonial, incluyendo el acompañamiento de una pareja mentora antes, durante, y después de que reciban el Sacramento del Matrimonio en el día de su boda. Testimonio de Amor pide a las parejas comprometidas elegir a una pareja mentora que asista regularmente a la iglesia y cuyo matrimonio admiren, y que cumpla con ciertos criterios. Esto crea un puente de confianza y una base para la amistad entre la pareja mentora y la pareja comprometida que se extiende más allá del día de la boda.
"Casi todas las parejas comprometidas conocen a una pareja que va a la iglesia, que ha estado casada al menos cinco años, y cuyo matrimonio admiran. De lo contrario, no se estarían casando", dijo Mary-Rose.
Hasta ahora, Testimonio de Amor está en 500 parroquias. Sin embargo, Dezelski compartió que la mayoría de las diócesis y parroquias están "en el comienzo" de la implementación de un catecumenado matrimonial.
"Este proceso probablemente llevará muchos años, tal vez décadas. ... Sin embargo, algunas diócesis han comenzado seriamente el trabajo", señaló Dezelski.
Los asistentes a la cumbre enfatizaron que la implementación por parte de la Iglesia de esta nueva visión para formar matrimonios sacramentales debe ser flexible, colaborativa, y dirigida por el Espíritu Santo -- no simplemente un conjunto de programas o contenido.
Algunos critican que la preparación potencialmente más larga en un catecumenado matrimonial sea un obstáculo para algunas parejas.
Pero "también hay espacio para la adaptación basada en la pareja", dijo Dezelski, recalcando la característica propia de "Itinerarios Catecumenales" en la necesidad de adaptación.
"Esto es algo que el Espíritu Santo está haciendo y que está en relación con las necesidades de las personas hoy en día", dijo Ryan Verret, añadiendo que el catecumenado matrimonial "no puede ser simplemente una reimpresión de lo que hemos hecho antes".
La USCCB espera proporcionar una mayor orientación a las diócesis en el futuro a medida que se "desarrolle el trabajo colaborativo" iniciado por la cumbre, expresó Dezelski.
Mary-Rose Verret enfatizó nuevamente que la implementación de un catecumenado matrimonial se trata menos del contenido y más de crecer en virtud.
"No puedes crecer en virtud leyendo un libro, viendo un video, sentado en un aula", enfatizó, explicando que esto requiere ser vivido, y también ser aprendido a través de buenos ejemplos.
"La virtud se contagia, no se enseña", acotó.
Esto significa que las parejas casadas fieles deben comenzar un "ciclo virtuoso" al estar dispuestas a ser mentores de otros, especialmente aquellas parejas que quieren vivir un matrimonio sacramental.
"Necesitamos pasar de ser observadores de las necesidades de la Iglesia a satisfacer las necesidades de la Iglesia", expresó Ryan Verret.