Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Una Europa protagonista, que protege al hombre, un precioso punto de referencia para toda la humanidad. Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, cita las palabras del Papa Francisco al Parlamento Europeo, el 25 de noviembre de 2014, para concluir su homilía en la misa presidida en el Campo Santo Teutónico, en el Vaticano.
Una celebración que clausura el ITER Europaeum, la iniciativa de la delegación de la Unión Europea, en colaboración con las Embajadas de los Estados miembros de la UE acreditadas ante la Santa Sede. Creado para celebrar los 50 años de relaciones entre la Unión Europea y la Santa Sede, el evento incluye misas, conciertos y visitas guiadas a iglesias y basílicas de Roma, elegidas por los países como particularmente indicativas de su historia.
El inicio de las relaciones entre la Santa Sede y la Unión Europea se entrelazan -recuerda Monseñor Gallagher- con sus estudios para el sacerdocio. "Los dos peregrinamos", dice el arzobispo, "y lo hemos hecho desde entonces. Para ambos, Roma y el Vaticano serían puntos de referencia en un viaje, que siempre sería imprevisible". La peregrinación como paradigma existencial de la actualidad, pero sobre todo un momento para compartir.
26/06/2021
A menudo se hace en un punto de inflexión en la vida de uno, en un momento en el que las circunstancias te han dado sorprendentemente más tiempo libre, un tiempo sabático, entre trabajos, un momento para superar la tristeza y la tragedia, un momento para perder el tiempo y reflexionar. Creo firmemente que el tiempo es el regalo más preciado que podemos compartir con amor con los demás, y especialmente con el otro.
Recordando al escritor inglés John Bunyan, monseñor Gallagher señala que la peregrinación es una alegoría del viaje de la vida en el que "ya no hay desánimo". El Secretario de Relaciones con los Estados dice que Bunyan se inspiró en la Carta a los Hebreos, que habla de "extranjeros y peregrinos en la tierra".
En nuestro peregrinaje terrenal tampoco debemos desanimarnos, pero esta buena intención requiere motivación, visión y, en última instancia, fe.
A continuación, el arzobispo se detiene en el Evangelio de hoy, en la curación de la hija de Jairo y de la mujer con hemorragia por parte de Jesús, que es, dice monseñor Gallagher, "como siempre, en movimiento, un peregrino como tantos otros". La mujer enferma y el padre desesperado emprenden un viaje hacia el Señor que les exhorta a tener fe. "Tenemos que saber dónde estamos", subraya el arzobispo, "cuál es realmente nuestra condición, nuestro punto de partida y cuánto hemos avanzado. Aunque "temerosos y atribulados", debemos recurrir a nuestros recursos espirituales, sin temer, sino teniendo fe.
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