Iglesia boliviana se enfrenta a la indignación de los fieles y del gobierno tras las revelaciones de abusos por parte de un misionero jesuita español
By David Agren, OSV News
(OSV News) -- El presidente de Bolivia ha instado al Vaticano a unirse al gobierno boliviano en la revisión de los procedimientos para permitir a cualquier clérigo extranjero ejercer su ministerio en el país sudamericano, donde las revelaciones de abusos sexuales a niños por parte de un jesuita fallecido han causado indignación.
En una carta dirigida al Papa Francisco el 22 de mayo, el presidente boliviano, Luis Arce, pidió al Vaticano que abriera sus archivos y compartiera la información de las investigaciones sobre sacerdotes y religiosos en Bolivia acusados de abusos sexuales. También prometió revisar todos los acuerdos bilaterales firmados por Bolivia y la Santa Sede.
La carta decía: "El Estado boliviano se reserva el derecho de admitir el ingreso de nuevos sacerdotes y religiosos extranjeros a territorio nacional que tengan estos antecedentes de abuso sexual contra menores.
"Estos años de impunidad no pueden extenderse indefinidamente sin que la justicia establezca las responsabilidades y las víctimas cierren un capítulo atroz donde el único consuelo que tendrán es el derecho a la verdad, la justicia y el no encubrimiento de los hechos hechos sucedidos", continuó el presidente.
La carta, leída públicamente el 22 de mayo por la ministra de la presidencia, María Prada Tejada, se produjo mientras Mons. Jordi Bertomeu, un destacado investigador de abusos sexuales y parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, visitó Bolivia para revisar las acusaciones contra el clero.
La Conferencia Episcopal Boliviana se negó a comentar las preguntas de OSV News, pero dijo en un comunicado del 24 de mayo que estaba creando una Comisión Nacional de Escucha y una Comisión Nacional de Investigación "para determinar responsabilidades y hacer visible lo sucedido".
"Los obispos de Bolivia queremos comenzar dirigiéndonos a las víctimas, a sus familias y a la comunidad eclesial, que en lugar de darles la protección y el cuidado que merecían se encontraron una iglesia sorda a sus sufrimientos", decía el comunicado. "El abuso sexual es lo opuesto a la esencia misma de la Iglesia, que se une al crucificado para dar consuelo a los más vulnerables de nuestra sociedad".
"Sabemos que no hay forma de compensar el daño causado, pero nos comprometemos a hacer todo lo posible para acompañar y procurar una reparación, con apoyo de profesionales que brinden asistencia y ayuden a sanar las heridas y cicatrices".
Los bolivianos reaccionaron con horror a la publicación de un diario de un jesuita español, el padre Alfonso Pedrajas Moreno, que trabajó en América Latina desde 1961 hasta su muerte en 2009 -- incluyendo 38 años en Bolivia. Un familiar encontró el diario y lo compartió con el diario español El País.
El diario describía los abusos a menores cometidos por el jesuita, que sumaron al menos 85 víctimas. También describe cómo la orden jesuita, incluidos al menos siete superiores provinciales y una docena de clérigos bolivianos y españoles, “encubrieron sus crímenes, junto con las denuncias de varias víctimas”, según El País.
El País informó más tarde de que otro antiguo misionero jesuita español, el arzobispo de La Paz, Alejandro Mestre, había sido acusado de abusar sexualmente de una estudiante en 1961.
Los jesuitas emitieron un comunicado en el que afirmaban que la denuncia contra el arzobispo se presentó en 2021 y fue investigada. La orden entregó voluntariamente todos los documentos a la fiscalía el 9 de mayo.
Según informó The Associated Press, la Conferencia Episcopal Boliviana dijo que la visita de monseñor Bertomeu no está directamente relacionada con las recientes denuncias de abusos sexuales, sino que había sido planificada con anterioridad para analizar "los avances en el campo de la cultura de la prevención" promovida por el Vaticano.
Funcionarios judiciales allanaron la curia jesuita y el Colegio San Calixto, dirigido por jesuitas, el 17 de mayo en La Paz, la capital del país, según un comunicado de los jesuitas en Bolivia.
El fiscal Wilfredo Chávez dijo a los medios bolivianos que el Ministerio de Educación debe "verificar la situación y estatus" de los jesuitas en el país. También reveló que 23 sacerdotes estaban "implicados en pederastia", según la AP.
"Los abusos han provocado una herida profunda en las víctimas y las denuncias no pueden ser ignoradas, aunque el sacerdote involucrado en los hechos haya fallecido", señalaron los jesuitas en un comunicado difundido el 2 de mayo, en el que prometieron total transparencia y cooperación con las autoridades.
Las acusaciones de abusos sexuales han surgido en medio de las tensiones entre la Iglesia Católica y el gobierno boliviano, que ha intentado presentar a la conferencia episcopal como cómplice de un supuesto golpe de Estado en 2019 contra el entonces presidente Evo Morales y su partido Movimiento al Socialismo.
Los obispos han dicho que actuaron como negociadores en medio de los disturbios y la violencia provocados por las irregularidades electorales y que sólo se involucraron en los intentos de pacificar el país por invitación del partido gobernante.
"El gobierno quiere silenciar a la Iglesia como voz en la vida pública del país", dijo a OSV News Andrés Eichmann-Oehrli, profesor de literatura y observador de la iglesia boliviana.
La Iglesia ha tomado medidas para hacer frente a los abusos sexuales por parte del clero, dijo, y explicó: "Ninguna otra institución (en Bolivia) ha trabajado tanto en esto".
Por otro lado, añadió, "si el gobierno se toma en serio este asunto, le estaría haciendo un enorme favor a la Iglesia".