Debora Donnini - Ciudad del Vaticano
"Soy muy consciente de que mi misión no terminará con mi muerte, sino que comenzará". Estas palabras escritas en el Diario de Sor Faustina Kowalska son verdaderamente proféticas a la luz de los acontecimientos que siguieron al "nacimiento en el cielo" de esta humilde religiosa, a la que Jesús se manifestó con visiones, revelaciones, los estigmas ocultos, obteniendo la unión mística con Dios, el don de discernimiento de los corazones y la profecía. También experimentó las dolorosas experiencias místicas de la "noche oscura del alma".
Nacida en 1905 en el seno de una familia de campesinos en el pueblo de Głogowiec (Polonia), Sor Faustina murió en 1938 en el convento de Cracovia-Łagiewniki, a la edad de 33 años. Durante su vida, trabajó como cocinera, jardinera y portera en varias casas de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Merced a la que pertenecía. Pocas personas - confesores y algunos superiores - estaban al tanto de su vida mística. En la actualidad, el Mensaje de la Misericordia que le confió Jesús es conocido en todo el mundo.
Un mensaje tan importante que hace 21 años, el 30 de abril de 2000, día en que canonizó a Sor Faustina, San Juan Pablo II instituyó el Domingo de la Divina Misericordia, que se celebra el segundo domingo de Pascua, el "domingo in albis". Fue el mismo Jesús quien había expresado el deseo de que hubiera una Fiesta de la Misericordia: "Quiero que la imagen, que pintarás con tu pincel, sea solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua; este domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia", le dijo Jesús, según relata Sor Faustina en su Diario.
10/04/2021
En este domingo tan especial, el Papa Francisco vuelve, como el año pasado, a celebrar una misa en privado -a las 10:30 horas de mañana, en cumplimiento de la normativa anti- COVID- en la Iglesia "Santo Spirito in Sassia". Al final de la Eucaristía, el Santo Padre rezará el Regina Coeli desde el Santuario.
A Francisco se le espera "con inquietud y alegría", afirma entrevistado por Vatican News el rector del Santuario de la Divina Misericordia, monseñor Jozef Bart, recordando el 90° aniversario de la revelación de la imagen de Jesús Misericordioso, que cae precisamente en 2021. El Papa lo recordó en el Ángelus del 21 de febrero de este año y al día siguiente envió también un mensaje al obispo de Plock. Por otro lado, el año pasado se celebró el 20º aniversario de la canonización de Santa Faustina y la instauración de la Fiesta de la Divina Misericordia.
Fue el 22 de febrero de 1931 cuando el Señor se manifestó a la religiosa polaca que escribió en su Diario: "Jesús me dijo: Pinta un cuadro según el modelo que ves, con las palabras: Jesús, confío en Ti. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en todo el mundo". La primera imagen de Jesús Misericordioso fue pintada en Vilna bajo la dirección de la propia Sor Faustina. La imagen más conocida se conserva en el Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia-Łagiewniki. Fue creado según las instrucciones del guía espiritual del Apóstol de la Divina Misericordia, el padre Józef Andrasz.
"Faustina no trae un mensaje nuevo, porque el mensaje de la Misericordia no es otro que el Evangelio de Jesucristo resucitado, pero trae esta nueva luz para la Iglesia, para los creyentes y los no creyentes", reafirma monseñor Bart. Recordando la profunda experiencia que la monja polaca vive con el Señor en la dimensión de su Misericordia, el prelado subraya las peticiones que Jesús le dirigió: "que la Misericordia se celebre en la Iglesia y se practique y que la Fiesta de la Misericordia se celebre el domingo siguiente a la Pascua porque ese mismo día "estalla la abundancia de los frutos que brotan de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y este fruto es la Misericordia". Un día en el que -subraya el padre Bart- las gracias fluyen sobre toda la humanidad".
08/04/2021
La Divina Misericordia está renovando el mundo, dice de nuevo, recordando las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en el Santuario el año pasado. San Juan Pablo II, comentando el icono de Jesús Misericordioso, dijo también que de esta imagen podemos aprender un nuevo estilo de vivir y compartir.
Monseñor Bart constata, por tanto, cómo "este creciente culto a la Misericordia de Dios en sus diversas dimensiones, ayuda verdaderamente a los afectados por la pandemia, pero es también como una vacuna contra el virus del egoísmo que podría destruir la civilización del amor". Señalando también la concreción de la Misericordia, se detiene en la conexión de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco en el signo de la Misericordia.
El Papa Wojtyla hizo de su Pontificado la imagen de la Divina Misericordia, Benedicto XVI afirmó que las palabras "Jesús, en ti confío" resumen nuestra fe cristiana, que es la fe en la omnipotencia del amor misericordioso de Dios; mientras que el Papa Francisco, artífice del Año Santo de la Misericordia, ha abierto las puertas de este don a toda la humanidad. Un signo que recuerda las palabras de Juan Pablo II expresadas el 17 de agosto de 2002, cuando deseaba que la Misericordia de Dios llegara a todos los habitantes del planeta.
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