El 25 de marzo, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en colaboración con el Dicasterio para la Comunicación, inaugura una iniciativa dedicada a esta Exhortación Apostólica, cinco años después de su publicación. Diez familias de diversas partes del mundo ofrecerán sus testimonios en vídeo sobre el documento del Papa. El cardenal Farrell asegura que esta es una invitación a comprender hoy los retos y las bendiciones de la vida familiar.

Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano

“La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia”. El comienzo de la exhortación apostólica Amoris laetitia, que Francisco promulgó el 19 de marzo de 2016, expresa cuál es el sentimiento predominante de la Iglesia universal hacia la "pequeña iglesia" de la familia. Con delicadeza e intensidad, los 325 números del documento papal entran en la "carne" de las fragilidades familiares y luego reavivan la belleza de estos vínculos según el plan de Dios.

Cinco años después, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha decidido celebrar el aniversario y el inicio del año especial deseado por Francisco e inspirado en Amoris laetitia ofreciendo, entre las muchas iniciativas, un espacio de testimonio a diez familias de diversa procedencia geográfica, que cada mes a partir del 25 de marzo contarán algo de su vida y de su fe. Se "medirán", por así decirlo, con las enseñanzas del Papa, que en cada episodio de la serie reflexionará sobre algún aspecto del documento. Los vídeos, acompañados de un subsidio pastoral descargable, han sido producidos en colaboración con el Dicasterio para la Comunicación, que los publicará en el portal Vatican News en cinco idiomas, y los mismos estarán disponibles en el sitio web www.amorislaetitia.va.

Al presentar este proyecto, el cardenal Kevin Farrell, que dirige el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, asegura que estos testimonios en vídeo son un “regalo que el Papa Francisco nos ha hecho a cada uno de nosotros” y también “un momento para recordar que esta gran enseñanza es relevante en nuestro mundo actual, hoy”. "Espero y rezo que todos podamos reunirnos para escuchar, oír y comprender la importancia de este documento para nuestro mundo actual", afirma el cardenal Farrell, y concluye diciendo que “en la historia de la humanidad, este es un momento que requiere el compromiso de cada uno de nosotros para comprender mejor los desafíos y las bendiciones de la vida familiar, por el bien de la humanidad y de la sociedad en general".

 

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