Ciudad del Vaticano
“Habiendo transcurrido uno de los procesos electorales más significativos de nuestra historia, invitamos a todos, independientemente de los resultados de las votaciones, a construir un futuro, basado en la capacidad de comprometernos juntos para superar las divisiones, favoreciendo la paz, la reconciliación frente a las injusticias y la comunión entre todos nosotros. Busquemos transformar a las personas y a nuestros pueblos promoviendo una cultura de diálogo y de perdón”. Es el llamamiento que han lanzado los obispos mexicanos, con fecha 23 de junio 2021, tras las recientes elecciones que se han vivido en el país.
Los obispos también denuncian que la sociedad mexicana “se ha visto perjudicada considerablemente, por escenarios de inseguridad y violencia”, ya denunciados hace 11 años, en el 2010, por los obispos y “dicha realidad, lejos de disminuir, continúa amenazando a nuestras comunidades” se lee en su mensaje titulado “La paz como anhelo de la plenitud humana”.
En el mensaje también recuerdan que “dar la paz, está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo” y este ofrecimiento – dicen – “está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia, por tanto, este es también nuestro anhelo y compromiso”. Los obispos, una vez más declaran que “la paz no puede reducirse al simple equilibrio entre la fuerza y el miedo”, “el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas, son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia”. Además, reiteran que “hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan ‘artesanos de la paz’ que sean auténticos mensajeros y testigos, en la vida cotidiana, del bien ser, del bien dar y del bien estar” y tiempo que recuerdan que la Iglesia, como Madre llena de sabiduría, siempre ha insistido sobre la importancia de promover una cultura del diálogo y de la paz a través del Magisterio de los Pontífices.
Por tanto, reiteran el intento de “renovar y mantener un diálogo provechoso, abierto y trasparente con las instituciones”, proponen “continuar construyendo a partir de los principios de solidaridad y subsidiariedad, favoreciendo que prevalezca la ayuda mutua, y caminando animados por la confianza recíproca” y exhortan “a ser ejemplo de paz, armonía y amor en donde quiera que nos encontremos”. Su invitación final es a escoger “con prontitud y en todo momento el combatir la violencia”, exhortando al uso de una “comunicación asertiva” y a ser amables con todos, “incluso con aquellos que no nos saludan”.
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