En respuesta a una 'misa negra', miles de personas se unen a la procesión de Atlanta para mostrar su devoción a la Eucaristía
Por Andrew Nelson, OSV News
NORCROSS, Georgia (OSV News) -- El 25 de octubre el tráfico se detuvo a lo largo de la calle Beaver Ruin Road, al noreste del área metropolitana de Atlanta, cuando los católicos, en representación de varias parroquias y hablando varios idiomas, siguieron a pie al Santísimo Sacramento como signo de devoción.
Denominada "Peregrinos de Esperanza", la ruta de la procesión otoñal incluyó la iglesia de San Patricio y la iglesia de los Santos Mártires Vietnamitas en Norcross y la Misión de Nuestra Señora de las Américas, en Lilburn, en una marcha de oración que defendía un ataque a las creencias más sagradas de los participantes. A su paso, quienes conducían tomaron fotos de la peregrinación, mientras los organizadores repartían rosarios a las personas que esperaban en sus automóviles.
Los organizadores estimaron que miles de personas participaron en la marcha.
Ighocha Macokor, de 41 años, miembro de los Caballeros de Colón de la iglesia de San Patricio, dijo que participaba en su primera procesión para "oponerse al mal" y mostrar la fe a la gente que pasaba por allí.
Mientras tanto, los abogados que trabajan para la Arquidiócesis de Atlanta recibieron una respuesta de los organizadores de una llamada "misa negra" programada para el mismo viernes. Los organizadores confirmaron que pretendían que el acto fuera un entretenimiento y que no poseían ninguna hostia consagrada.
La preocupación por el evento y su posible sacrilegio de una hostia consagrada llevó a la Arquidiócesis de Atlanta a convocar una jornada especial de oración, reparación y apoyo público a la creencia en la Eucaristía.
Pedro Ulloa, su esposa, Flor, y sus dos hijas mayores caminaban en medio de la procesión. Llevando dos cruces al cuello, él dijo que la muestra de fe permite a los demás "ver las cosas buenas de Jesucristo".
La fe llama a la gente a mostrar respeto a Jesús, pero algunos eligen no hacerlo, dijo a The Georgia Bulletin, el periódico arquidiocesano de Atlanta. "La gente puede ver que queremos marcar la diferencia", dijo Ulloa.
Nancy Frost, miembro de la iglesia desde hace mucho tiempo, habló sobre el evento de la misa negra. "No podemos permitir que la gente haga eso", dijo sobre el supuesto maltrato de lo que los fieles creen es el cuerpo de Cristo. "Estoy orgullosa de la gente que tenemos en nuestra comunidad. Simplemente me llamó la atención. No hay ninguna razón por la que no pueda hacer esto. Me conmueve que salga tanta gente".
La procesión comenzó en la iglesia de San Patricio, que celebra la misa dominical en inglés, español y coreano, atendiendo a una congregación numerosa y diversa. Tras las oraciones, los creyentes se pusieron en marcha hacia las 3:30 p.m. para caminar un trayecto de dos horas hasta la Iglesia de los Santos Mártires Vietnamitas.
Bajo un cielo despejado, los fieles desbordaron la estrecha acera que bordea la calle, recitando oraciones tradicionales en español e inglés. La policía de Lilburn escoltó a los creyentes a lo largo de los tres kilómetros de la primera etapa de la peregrinación.
Un grupo de hombres y mujeres fueron elegidos de entre la multitud para cargar, por turnos, con el pesado altar de madera, dejándoles el rostro tenso y sudoroso. Una gran custodia con la Eucaristía expuesta estaba rodeada de flores blancas y velas.
Un fuerte sonido de tambores recibió la Eucaristía cuando los participantes llegaron a la primera parada en la iglesia vietnamita. Faltaban otras cinco millas para llegar al destino de la misión.
"Esto demuestra que somos una iglesia unida", dijo Marissa Anguiano, que trabaja en la Misión de Nuestra Señora de las Américas. Dijo que a los creyentes les duele la idea de que otros profanen intencionalmente la Eucaristía, que los católicos creen que es el cuerpo, el alma y la divinidad de Jesús.
"Sabemos que Jesús está vivo y herirlo realmente une a la comunidad en oración", dijo Anguiano.
Aproximadamente a la misma hora de la tarde, el arzobispo de Atlanta, monseñor Gregory J. Hartmayer, informó a la comunidad católica sobre una actualización a la respuesta ante la "misa negra". El personal de las oficinas de la arquidiócesis había "recibido una cantidad desbordante de llamadas, correos electrónicos y mensajes de todo tipo que ofrecen apoyo en respuesta a la revelación de que un grupo satánico ha planeado lo que llamaron una misa negra en nuestra comunidad", dijo. Sin embargo, el arzobispo hizo hincapié en que toda acción de los católicos debe ser un signo de "amor más fuerte que el odio o la violencia". Condenó cualquier amenaza o violencia contra el lugar donde se celebraba el acto o contra sus organizadores.
Los abogados de la firma Smith Gambrell Russell, en nombre de la arquidiócesis, se prepararon para llevar el asunto a los tribunales para forzar la devolución de la Eucaristía. Un grupo que planeaba una “misa negra” en Oklahoma devolvió una hostia robada después de que la diócesis de allí interpusiera una demanda en 2014.
Según la declaración del arzobispo, el Templo Satánico de Atlanta respondió diciendo que el templo "no poseía una hostia consagrada y que no usaría ninguna hostia consagrada en su misa negra". La carta del grupo calificaba “su evento como entretenimiento y defendieron su derecho a expresar sus creencias burlándose de las nuestras", dijo el arzobispo.
"Si bien su carta continuó burlándose de la Eucaristía y nuestras creencias, también demostró una comprensión de cuán en serio hemos tomado esta amenaza a nuestra creencia fundamental en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía", dijo el arzobispo.
Al final, "aunque siempre habrá gente que se burle y blasfeme de Nuestro Señor en la plaza pública", escribió el arzobispo, "también sabemos que será defendido por todos los que lo amamos".
El arzobispo Hartmayer instó a que los fieles "continúen orando, tanto en reparación por todos los insultos a Cristo Nuestro Señor, como por aquellos que aún no conocen su amor por ellos".
"Oremos para que lleguen a saber que son bienvenidos en los brazos de Jesús; para que lleguen a experimentar su verdadera presencia y conversión", dijo.