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January 20, 2023Por Dale Gavlak
BETANIA MÁS ALLÁ DEL JORDÁN, Jordania (OSV News) -- Una vez que cayeron las restricciones por el COVID-19, el lugar oficialmente reconocido del bautismo de Jesús atrajo a miles de católicos y otras personas procedentes de todo el país a la orilla este del Río Jordán para una Misa especial el 13 de enero.
Familias, jóvenes, dignatarios de estado, monjas, y sacerdotes se unieron a la multitud de peregrinos reunidos primero en las exuberantes orillas del río, llenas de juncos, mientras la música de gaitas daba la bienvenida a los fieles. Varios sacerdotes llenaron cántaros con agua purificada del río para utilizarla en la Misa, celebrada en la Iglesia Católica del Bautismo de Cristo.
"Aunque la iglesia es grande, el espacio interior parece haberse vuelto pequeño", manifestó el Arzobispo Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, a la inmensa multitud mientras presidía la Eucaristía en la enorme iglesia.
El Arzobispo Pizzaballa enfatizó en su homilía la importancia de Betania, no solo como el lugar del bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el Rio Jordán, sino por el acto que anunció el comienzo del ministerio público de Jesús.
Aunque sin pecado, Jesús se puso en fila junto con los pecadores que esperaban ser bautizados por Juan, "mostrándose públicamente al mundo de manera diferente a lo que se esperaba", explicó el Arzobispo Pizzaballa. "Jesús va a encontrarse con las personas en sus vivencias, sus problemas, sus dificultades. Jesús entra allí y allí comienza su ministerio". El arzobispo dijo que esto reveló el amor abrumador y abundante de Jesús por la humanidad.
Pero eso no fue todo. "También tenemos una manifestación maravillosa de Dios: Padre, Hijo, y Espíritu Santo", expresó el Arzobispo Pizzaballa, poniendo énfasis en la aparición de la Trinidad durante el bautismo de Jesús.
Es importante humillarnos y dar nuestro consentimiento a la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas, instó el Arzobispo Pizzaballa. "La vida en el espíritu significa amor, paciencia, perdón, y respeto. Si no eres capaz de perdonar, todo se rompe. El Espíritu unifica, la carne divide".
De hecho, el lugar del bautismo en sí mismo es un lugar de reconciliación.
Hace más de 25 años, después del tratado de paz firmado entre Jordania e Israel, comenzaron las excavaciones en la orilla este del Río Jordán y se descubrió el lugar del bautismo. En 2030, los cristianos celebrarán el 2000 aniversario del bautismo de Jesús y, los preparativos para esa celebración incluyen una gran inversión en la zona.
En diciembre, Jordania dio a conocer un ambicioso proyecto de seis fases por un monto de $300 millones, destinado a atraer a 1 millón de visitantes al año al lugar del bautismo de Jesús mediante el desarrollo de una aldea de turismo bíblico en el área adyacente. La disponibilidad de vivienda y otros servicios permitirían a los peregrinos y visitantes cristianos pasar más tiempo de calidad en el lugar del bautismo, "para aprender, apreciar, y renovar su camino de fe y espiritualidad".
El proyecto de la aldea de turismo bíblico está en línea con los esfuerzos de Jordania para impulsar su sector de turismo religioso. Otros lugares bíblicos comprenden el Monte Nebo, donde Moisés vio la Tierra Prometida; el mapa de mosaico más antiguo del mundo que representa a Jerusalén en el centro; y el Monte de Elías, también en Betania más allá del Jordán.
La peregrinación de este año al lugar del bautismo fue la primera después de la pandemia de coronavirus. El Arzobispo Pizzaballa tomó unas ramas de olivo, y mojándolas en las aguas del Río Jordán, hizo un recorrido rociando el agua bendita sobre los fieles en una renovación de las promesas bautismales.
El Padre Rifat Bader, director del Centro Católico de Estudios y Medios de Jordania, destacó la importancia de la peregrinación de este año.
"Se produce dos meses después del anuncio oficial de Jordania de desarrollar tierras adyacentes al lugar del bautismo" para permitir a los peregrinos tener estadías más largas en el área, dijo el Padre Bader a OSV News. Se necesitan fondos para este proyecto, así como para completar la iglesia.
San Juan Pablo II visitó el lugar hace 23 años y el Papa Benedicto XVI también visitó este Patrimonio Mundial de la UNESCO, ubicado a unas 30 millas al oeste de la capital, Amman, en mayo de 2009. Él, junto con el Rey Abdullah II de Jordania y la Reina Rania, puso la primera piedra de la Iglesia Católica del Bautismo de Cristo. Cinco años más tarde, el Papa Francisco visitó el lugar y la iglesia, que se encontraba en las primeras etapas de su construcción, y oró allí. También se reunió con refugiados iraquíes y sirios acogidos en Jordania.
"El altar construido para la visita del difunto Papa Benedicto XVI a Jordania se usó en la Misa del viernes, celebrada en su memoria", dijo el Padre Bader sobre la muerte del papa emérito el 31 de diciembre.
"Preservamos el lugar tal como lo vieron Juan y Jesús", dijo a OSV News Rustom Mkhjian, director general de la comisión encargada del lugar del bautismo. Es "un patrimonio mundial que pertenece a la humanidad. Nosotros, los jordanos, somos los custodios".
El lugar del bautismo está lleno de ruinas, de antiguas iglesias y capillas romanas y bizantinas, un monasterio, cuevas de ermitaños, y piscinas de bautismo -- destruidas por terremotos e inundaciones del río. Mkhjian dijo que cinco fuentes prueban su autenticidad "donde Jesús fue bautizado y comenzó el cristianismo: la Biblia, el invaluable mapa mosaico de Tierra Santa, los testimonios de los peregrinos, los descubrimientos arqueológicos, y las cartas de autenticación enviadas por los líderes de las iglesias que afirman que este es uno de los tres lugares más sagrados para los cristianos en la tierra".
Jordania quiere que el lugar del bautismo sea accesible, enfatizó Mkhjian. "Todos en la tierra merecen visitar el sitio y caminar por los senderos de Juan y Jesús".
"Nos encantaría que todos en el mundo se unan a nosotros en este lugar especial de oración", dijo el banquero jordano Basel Ishtara a OSV News.
"El significado de este lugar es que la salvación es para todas las personas", dijo el Arzobispo Pizzaballa.