Por Lilia Kovalyk Vasiuta, Gina Christian OSV News
(OSV News) -- Un ataque ruso contra una importante ciudad portuaria ucraniana ha destruido parcialmente una histórica catedral ortodoxa, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que ha provocado la indignación internacional y el compromiso de reconstruirla.
El 23 de julio, en un ataque nocturno de Rusia contra Odesa, un misil antibuque X-22 alcanzó la catedral ortodoxa ucraniana de la Santa Transfiguración (Catedral Spaso-Preobrazhensky). El misil impactó directamente en el altar central, a consecuencia de lo cual el edificio de la catedral y los tres pisos inferiores quedaron parcialmente destruidos, mientras que el interior y los símbolos sufrieron daños considerables.
Este misil fue uno de los 19 de diversos tipos lanzados contra la ciudad esa noche en un bombardeo que dejó un muerto y 22 heridos, entre ellos cuatro niños.
Desde que el 17 de julio abandonó la Iniciativa de Granos del Mar Negro -- un acuerdo negociado por Turquía y las Naciones Unidas para garantizar el suministro vital de granos desde Ucrania a África, el Medio Oriente y Asia -- Rusia no ha cesado de atacar Odesa, el puerto clave para estos envíos.
La Diócesis de Odesa de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana condenó la agresión rusa contra Ucrania. "Este (es un) acto de terrorismo contra el principal santuario y corazón espiritual de la ciudad de Odesa, la Catedral de la Santa Transfiguración, en torno a la cual residen civiles pacíficos; y la propia catedral no está relacionada en modo alguno con instalaciones militares", expresó la diócesis.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, anunció en un video mensaje vespertino del 23 de julio que Ucrania "restaurará definitivamente" la Catedral Spaso-Preobrazhensky de Odesa.
"No podemos permitir que la gente de todo el mundo se acostumbre a los ataques terroristas. El objetivo de todos estos misiles no son sólo las ciudades, pueblos, o personas. Su objetivo es la humanidad y los cimientos de toda nuestra cultura europea", declaró Zelenskyy.
Junto con la catedral, casi otros 50 edificios -- 25 de ellos monumentos arquitectónicos -- también habían sido destruidos esa noche en el centro histórico de Odesa, que en su conjunto forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El consulado de Grecia también sufrió daños, al igual que el consulado de China tres días antes.
Zelenskyy señaló que la catedral -- consagrada en 1809 como la primera y principal iglesia ortodoxa de Odesa -- había sido "saqueada y destruida por los bolcheviques" en 1936, y "restaurada en la Ucrania independiente".
"Y ahora los terroristas intentan destruirla de nuevo", afirmó.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, prometió la ayuda de Italia para restaurar la catedral.
La UNESCO condenó "en los términos más enérgicos el descarado ataque llevado a cabo por las fuerzas rusas, que golpeó varios sitios culturales en el centro de la ciudad de Odesa, sede del Patrimonio de la Humanidad que es El Centro Histórico de Odesa".
"La gente que fue a esa catedral a rezar está llorando hoy", manifestó el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, líder de la Iglesia greco-católica ucraniana, al dirigirse a los jóvenes que conmemoraban la fundación del movimiento "Juventud Ucraniana por Cristo" en Lviv, Ucrania.
"Un misil ruso no sólo ha golpeado el santuario de su templo, ha golpeado su corazón", dijo, añadiendo que "las acciones de estos criminales no son de Dios, sino de la lógica del diablo".
"No sé si ese criminal ruso, que apretó el botón, comprendió que ese misil no impactaría en el puerto de Odesa, sino en la Catedral de la Transfiguración", acotó el arzobispo mayor Shevchuk.
El ataque a la catedral también suscitó la condena de los líderes de la comunidad ucraniana en Estados Unidos.
El padre Taras Naumenko, protosacerdote mitrado de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de San Vladimir en Filadelfia, le dijo a OSV News que el patriarca ortodoxo ruso Kirill "más de una vez ha bendecido a los soldados (rusos)" en sus esfuerzos por cometer genocidio en Ucrania.
"Él les ha dicho que obtengan esta victoria para Rusia -- que incluso si mueren, llegarán al reino eterno porque están luchando por la pureza de la fe", dijo el padre Naumenko. "Pero no se trata de religión. Se trata de codicia, de dinero: de la pureza del poder".
"Esto no es más que otro elemento que añadir a la larga lista de crímenes contra la humanidad que los rusos están acumulando", dijo Nicholas Rudnytzky, profesor de historia y decano de los servicios académicos en Manor College, situado en Jenkintown, Pensilvania, que tiene raíces profundas en la comunidad ucraniano-estadounidense.
"Rusia ha saqueado nuestros museos, ha matado a nuestros funcionarios locales, ha torturado y robado a nuestros niños, y está destruyendo nuestras iglesias", dijo Rudnytzky a OSV News. "Si eso no demuestra que esta es una guerra existencial para los ucranianos, nada lo hará".
El ataque fue "una pieza más de la campaña (rusa) de genocidio y terror", reveló Eugene Luciw, presidente del Comité del Congreso Ucraniano de América en Filadelfia y miembro de la Iglesia Católica Ucraniana de la Presentación de Nuestro Señor en Lansdale, Pensilvania.
Luciw añadió que es necesario un mayor apoyo a Ucrania para garantizar "una victoria decisiva contra el mal", que incluya "llevar a los autores de estos crímenes de guerra contra la humanidad ante un tribunal de guerra para hacer justicia y darles un castigo".
La UNESCO enviará una misión a Odesa para realizar una evaluación preliminar de los daños.
La organización señaló que varias piezas y varios sitios culturales significativos resultaron dañados como consecuencia del ataque, entre ellos la Catedral de la Transfiguración, la primera y principal iglesia ortodoxa de Odesa, fundada en 1794.
"Este acto de hostilidad se produce sólo unos días después de otros ataques que afectaron a numerosos sitios del patrimonio cultural en zonas protegidas por la Convención del Patrimonio Mundial en Lviv y Odesa", señaló la UNESCO.