CIUDAD DE MÉXICO (CNS) - El ministerio de migrantes de los obispos mexicanos y los misioneros Scalabrinianos han anunciado planes para brindar una mayor atención pastoral y material a los migrantes y solicitantes de asilo atrapados en la ciudad de Tapachula, en el sur de México.
El anuncio se produjo a medida que aumentaba la desesperación entre los migrantes y las caravanas marchando hacia el centro y norte de México y la frontera con Estados Unidos.
El padre Scalabriniano Julio López, secretario ejecutivo del Ministerio de Migrantes, también pidió nuevas políticas hacia la población migrante atrapada en Tapachula, diciendo en una carta publicada el 3 de septiembre: "Estamos ante una crisis migratoria de gran magnitud que, si bien no es nacional, al menos localmente es una situación nunca antes vista en Tapachula y que, de seguir así, la situación se puede desbordar y salir de las manos incluso de las autoridades".
El padre López continuó: "Ante esta situación no vemos ninguna salida mientras el gobierno este aferrado a impedir el libre tránsito de cualquier migrante, aunque haya obtenido el reconocimiento de refugio o se facilite alguna otra opción de regularización migratoria, pues la única opción que se tiene en el momento es la solicitud de refugio".
La carta se publicó después de que el ministerio de migrantes no apoyó una propuesta del Instituto Nacional de Inmigración de México que establecería un campamento para migrantes y solicitantes de asilo en Tapachula.
El tema parece haber generado cierta confusión.
En una breve declaración emitida en el 2 septiembre, el ministerio de obispos dijo que la idea de un campamento para haitianos en Tapachula fue propuesta públicamente al ministerio de migrantes durante una conferencia sobre migración "sin que exista acuerdo o aceptación de este tema".
"El (ministerio) está preocupado por las condiciones en las que se encuentran los migrantes en Tapachula: hacinamiento, inseguridad o falta de trabajo, que pueden derivar en violaciones de los derechos humanos de estas personas", dijo el comunicado de los obispos.
Respondiendo al Instituto Nacional de Inmigración, la oficina de México del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU tuiteó el 2 de septiembre que el instituto "acababa de enviar la solicitud" y el "tema de los haitianos es complicado".
Las declaraciones se dieron tras las noticias de tres caravanas de migrantes, que involucran a muchos haitianos que partían de Tapachula, en un intento de llegar al centro y norte de México y a la frontera de Estados Unidos.
Las fuerzas de inmigración y seguridad mexicanas han impedido paso a las caravanas, que han avanzado por una carretera costera en el estado de Chiapas.
Un video subido a las redes sociales mostró a los funcionarios de inmigración acorralando y deteniendo a algunos de los viajeros de la caravana a la fuerza. Las escenas han provocado la indignación de muchos en México, donde el gobierno ha estado publicitando la llegada de refugiados de Afganistán.
"Las tres (caravanas) han sido disueltas por el gobierno, pero con un trato inhumano", dijo el padre César Cañaveral, director diocesano de ministerios migratorios en Tapachula. "Se está haciendo como una cacería. No distinguen qué personas están siendo golpeadas. Están golpeando a todos por igual: niños, mujeres. Hay mucho sufrimiento humano allí".
La Diócesis de Tapachula ha dado alimentos y agua a los migrantes mientras caminan bajo un sol intenso y lluvias torrenciales.
El padre Cañaveral dice que las caravanas se formaron por desesperación porque la gente "vive en condiciones inhumanas".
Agregó que muchos migrantes no pueden obtener documentos de paso seguro y los que solicitan asilo no reciben citas hasta enero de 2022.
La agencia de asistencia a refugiados de México ha recibido más de 77,500 solicitudes, un récord, en los primeros ocho meses de 2021. Esto es un 10% más que el total de solicitudes realizadas en 2019, dijo el director de la agencia, Andrés Ramírez, en Twitter.
En su carta, el padre López dijo que un misionero haitiano Scalabriniano, el padre Henri-Claude Testamar, comenzaría a trabajar con la población migrante en Tapachula, celebrando misa tres veces por semana en criollo, pero también trabajando en cooperación con la embajada de Haití, que "carece de personal consular".
El padre López también señaló la discriminación y las dificultades para encontrar alojamiento para el padre Testamar, ya que pocas personas en Tapachula "querían alquilar a un extranjero, mucho menos a un haitiano".
"Esto es una muestra de cómo se propagan las actitudes discriminatorias entre la población, y el único responsable de crear las condiciones para este tipo de comportamientos es el gobierno federal, con su política de contención migratoria", dijo el padre López.