Vatican News
Antes de iniciar la segunda fase de la Mesa Única de Diálogo, que será decisiva para ir realmente delineando el camino de transformación que necesita Panamá, el equipo de la Iglesia católica que aceptó el papel de facilitador en este camino que el diálogo mismo, es el principal de los frutos que les deja esta primera fase de esta iniciativa, a saber, “el inicio de una cultura de paz y de diálogo para lograr una verdadera transformación del país”.
Para ello, afirman en su comunicado del pasado 18 de septiembre recibido por la Agencia Fides, se lee que se necesita confianza mutua entre todos los actores sociales. Aunque sea difícil de conseguir “es fundamental para cualquier avance”, mientras que la sospecha y el pesimismo no hacen más que levantar grandes muros.
Los obispos confían en la buena voluntad de los seres humanos y reafirman su compromiso:
“Por más pequeña que fuese la posibilidad de contribuir a salir de la crisis que nos estaba afectando a todos, la Iglesia católica estuvo, y siempre estará, dispuesta a servir para que se logre un camino de paz y sin engaños, con todos los sectores del país, sin excluir a ningún grupo en ninguna región de Panamá”
Además, los obispos panameños anuncian con gran alegría el inminente inicio de la segunda fase del diálogo, “abierto a la participación de todos los representantes de la sociedad”. Y explican que ahora está precedida de un período de transición para preparar de la mejor manera posible la segunda fase.
Agradeciendo a todos los actores que han participado en el diálogo “haciendo posible esta experiencia única”, los prelados reiteran al concluir, el compromiso de la Iglesia católica “de acompañar cada aspecto de este nuevo peldaño en el combate a la inequidad, la exclusión social, y la corrupción en la que todos, de una u otra forma tenemos responsabilidad”.