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June 6, 2024Por Justin McLellan, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Los católicos, especialmente los jóvenes, que sienten que la sociedad va a la deriva deberían encontrar inspiración y aliento en su vocación cristiana de abogar por los pobres y marginados, dijo el Papa Francisco.
En todos los contextos culturales e ideológicos, la gente moderna "siente que algo va mal en la humanidad y en el mundo, que no podemos seguir simplemente como hasta ahora, que es necesaria una conversión, una nueva orientación efectiva", dijo el Papa en un mensaje a los católicos alemanes publicado el 29 de mayo.
El Papa Francisco envió el mensaje a los participantes en la 103ª edición del "Katholikentag", o "Día Católico", un encuentro de cinco días en Erfurt, Alemania, que reúne a católicos laicos y líderes políticos y religiosos de Alemania y del extranjero.
El tema del encuentro, "Un futuro espera a los que buscan la paz", tomó inspiración en el Salmo 37.
El Papa dijo a los participantes que Cristo indica la nueva dirección que busca la humanidad, y que a través de su misión terrena Jesús condujo a las personas hacia Dios y hacia una "renovación y restauración de su relación con sus hermanos y hermanas, con la creación, y no menos importante con ellos mismos".
Sin embargo, para restablecer esta relación divina, "Jesús no pocas veces 'puso patas arriba' la lógica y el orden de los valores humanos", escribió, señalando el Sermón de la Montaña y el abrazo de Jesús a la cruz.
Los cristianos de hoy, dijo el Papa Francisco, "estamos llamados a llevar adelante su misión".
Como Jesús, "también nosotros queremos dar a las personas abandonadas y marginadas una nueva dignidad y hacerles sentir que no están solas", escribió, y eso implica "implicarnos en la (vida) pública y en la política, para que tengan mejores condiciones de vida y, sobre todo, para dar voz a los que no son escuchados".
Hoy en día, en Europa y en otros lugares, dijo, "los derechos humanos fundamentales parecen amenazados" debido al "aumento del antisemitismo, el racismo y otras ideologías que tienden al extremismo y la violencia".
Las crisis morales, sociales y económicas de la sociedad – así como la preocupación por la naturaleza, la justicia para los pobres, la protección de la familia y la vida, la defensa de la dignidad humana y la búsqueda de la paz -- están todas interconectadas, dijo. Tales problemas "afectan a todos y sólo pueden resolverse juntos", lo que requiere "la necesidad de un amplio diálogo, si es posible, entre muchas voces en todos los niveles de la vida social, económica y política".
Para ilustrar el poder del testimonio cristiano para lograr el cambio, el Papa recordó cómo la gente desencadenó una "revolución pacífica" marchando mientras sostenían velas para protestar por su libertad en Alemania Oriental en 1989, poco después de la caída del Muro de Berlín.
"El hombre de paz tiene futuro", escribió. "Esta certeza es una advertencia y un estímulo para nosotros.