Por Cindy Wooden, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El Papa Francisco dijo que quería proteger los derechos de los miembros de órdenes religiosas que se enfrentan con ser expulsados, e hizo pequeños cambios en el derecho canónico, dándoles más tiempo para apelar sus destituciones.
Los cambios, anunciados por el Vaticano el 3 de abril, se aplican tanto al Código de Derecho Canónico para los católicos de rito latino como al Código de Cánones de las Iglesias Orientales.
Incluso cuando una razón grave motiva el despido de un miembro de una orden religiosa, el derecho canónico otorga a esa persona el derecho a conocer las razones, a ofrecer una defensa y a apelar una decisión.
El actual código para el rito latino dice que, para que un decreto de destitución sea válido, "debe indicar el derecho que posee el (religioso) destituido a recurrir a la autoridad competente en el plazo de 10 días desde la recepción de la notificación".
Un párrafo similar en el código para los católicos de rito Oriental daba un plazo de 15 días para que la persona presentara una apelación.
El Papa Francisco ordenó el cambio de ambos códigos para dar a una persona 30 días para apelar. El cambio entra en vigor el 7 de mayo.
El Sínodo de los Obispos en 1967 elaboró una lista de principios que deberían guiar el Código de Derecho Canónico, que estaba siendo reescrito en ese momento, insistiendo en que los derechos de las personas en la Iglesia fueran adecuadamente definidos y garantizados.
Ordenando la ampliación del plazo para presentar una apelación, el Papa Francisco escribió que los esfuerzos para garantizar los derechos de las personas "adquiere relevancia sobre todo en los acontecimientos más delicados de la vida eclesial, como son los procedimientos relativos al estatuto jurídico de las personas".
Referente al período de 10 días del código latino y los 15 días del código Oriental, dijo, "no se puede decir que sean congruentes con la protección de los derechos de la persona".