Comunión, participación y misión. Un estilo que las Hermanas de Santa Dorotea pueden aprender de su fundadora, Santa Paula Frassinetti, tal como lo destacó el Papa Francisco a las religiosas, reunidas en su Capítulo General, al recibirlas en el mediodía de este 18 de marzo.
Complacido y contento de recibirlas, el Santo Padre hizo notar que la experiencia del Capítulo en los Institutos de Vida Consagrada “es un modo concreto de poner en práctica la sinodalidad”, puesto que es “un tiempo fuerte de fraternidad, de escucha, de diálogo, de discernimiento”.
Constatando la esencia de la vida religiosa cristiana en la Iglesia, a saber, el caminar juntos, "con Cristo y en el Espíritu", les hizo presente la necesidad de volver a recurrir a dichas fuentes de participación fraterna, “sin encerrarse en círculos estrechos y sin dejarse guiar por intereses personales o egoístas”, y siembre bajo la guía del Espíritu del Señor, gracias al cual es posible “caminar juntos y experimentar una Iglesia que recibe y vive el don de la unidad”.
De Santa Paula Frassineti, fundadora de la congregación, evidenció el estilo de la comunión: ella “amó a Jesucristo con pasión, un amor que la llevó a testimoniar a los demás esa vida de comunión que ella fue la primera en experimentar”. Además, destacó que la fundadora de las Hermanas de Santa Dorotea muestra también “el camino de la participación”: ella, de hecho, “recorrió el camino de la comunión a la participación, dejándose inquietar por los ‘gritos’, las carencias, las urgencias de su tiempo, hasta el punto de sentirse obligada a superarse, a salir de sí misma”, y “tuvo el valor de dar vida en la Iglesia a una Congregación dedicada a la educación, involucrando a muchas personas y creando espacios de participación”.
Por último, Santa Paula, que “recibió el carisma de ‘evangelizar educando y educar evangelizando” indicó otro camino, el de la misión. Y así, las hermanas de Santa Dorotea de Frassinetti, según el Papa Francisco, serán “una presencia generadora en la Iglesia”, en la medida en que sean fieles a su misión.
Puesto que “no hay obra más generadora que la educativa”, para el Papa Francisco el carisma y la misión de las hermanas “son siempre actuales”, en particular hoy “en un contexto cultural y social que exige un nuevo ‘pacto educativo’". Por ese motivo el Sumo Pontífice, concluyendo, y sin dejar de hacer mención a los últimos eventos que han turbado a la humanidad como la pandemia de Covid-19 y la guerra en curso “que perjudica a todos”, las exhortó a seguir “con ímpetu” su camino, llevando adelante el método de educación de Santa Paula: por el camino del corazón y del amor, "para que cada ser humano pueda ser artífice de su destino" (Encíclica Fratelli tutti, 187).