En el inicio de la Santa Misa en el GSP Stadium de Nicosia, y con toda la Iglesia de Jerusalén de la que Chipre forma parte, la bienvenida del Patriarca Latino de Jerusalén Pierbattista Pizzaballa al Papa Francisco que, haciendo un recorrido del papel de la isla en la historia a partir de la primera proclamación del Evangelio, llega hasta las heridas compartidas por esta pequeña gran nación con Europa y Oriente Medio: heridas que son – dice - políticas, militares y, no sin amargura, también religiosas.
Pizzaballa habla de Nicosia, la capital del país, la última europea que “todavía ve un muro de división”, y afirma que hoy, junto con la Iglesia Ortodoxa “mirando a Cristo” que “ha derribado el muro de separación", es decir, "la enemistad” grita su esperanza: una esperanza que “ya es certeza”. “Si nos entristecen nuestras heridas, y las de nuestras tierras divididas, - afirma el Patriarca latino de Jerusalén - sabemos, sin embargo, que pueden ser transfiguradas, nuestros miedos internos superados, la historia redimida y rescatada”.
Es a la luz de ese rescate que expresa en nombre de todos, la “más profunda gratitud" a la Iglesia Ortodoxa que en Chipre, principalmente, da muestras “de gran apertura y amistad hacia nuestra Iglesia”, llegando a permitir inclusive “celebrar nuestra Eucaristía en sus iglesias”.
Santa Misa en el GSP Stadium, Nicosia, Chipre"Quién sabe – expresa en un manifiesto deseo - si esta experiencia positiva nuestra no será un primer paso hacia esa unidad tan anhelada por nuestros pueblos; que Chipre se convierta para las demás Iglesias en un modelo de unidad y armonía, de encuentro y amistad sincera".
Finalmente una oración elevada hacia Cristo, para que “vuelva a borrar” los miedos, haciéndo a todos “testigos valientes", como Bernabé, Pablo y Lázaro, "de la paz y la vida para nuestros hermanos que en este mar y más allá del mar, en el Líbano, en Siria y en Tierra Santa, siguen sufriendo”. Y concluye:
La procesión de salida de la Santa Misa en el Estadio Gsp de Chipre SU CONTRIBUCIÓN A UNA GRAN MISIÓN: APOYARNOS PARA LLEVAR LA PALABRA DEL PAPA A TODOS LOS HOGARES“Que la Virgen María, la Santa Kikotissa, "Fuente de Misericordia", nos muestre su "rostro escondido" pero siempre benévolo e interceda por todos nosotros y por nuestras Iglesias. Y que de las olas del mar de Chipre, de las olas del Mediterráneo bañadas en la sangre de tantos de nuestros pobres hermanos y hermanas, nazca ahora no Venus, como creían los paganos, sino la verdadera Caritas, el verdadero Amor, que en la Cruz nos hizo a todos hermanos, hijos y madres.”