Tras los estragos de las lluvias en el estado de Mérida, Venezuela, las donaciones en alimentos y medicinas tramitadas a través de Cáritas se han venido gestionando, sin embargo, el domingo 29, la Guardia Nacional de esta región ha impedido el paso de una parte de esta ayuda humanitaria. Monseñor José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la CEV; Monseñor Mario Moronta Rodríguez, Obispo de San Cristóbal y 1° Vicepresidente de la CEV; Monseñor Raúl Biord Castillo, Obispo de La Guaira y 2° Vicepresidente de la CEV y Monseñor José Trinidad Fernández Angulo, Obispo electo de Trujillo y Secretario General de la CEV denuncian con firmeza:
“Lamentamos y reprobamos la actitud de algunas autoridades civiles, así como de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes, lejos de cooperar desinteresadamente, no sólo han impedido el acceso de gran parte de la ayuda enviada desde diversas partes del país, sino que han tenido una actitud de displicencia y ofensa hacia los miembros de la Iglesia y de otras instituciones”.
29/08/2021
Según los prelados - escribe ADN Celam - los funcionarios aseguran que recibieron órdenes de la superioridad, por ello ha pedido a los altos mandos de la Guardia Nacional “den la cara” al tiempo que “les exhortamos, en nombre de las comunidades afectadas a cambiar su actitud y colocarse al servicio de las instituciones que sí están colaborando, de tal forma que los envíos de ayudas lleguen pronto a su destino, dando prioridad al tránsito de carga de insumos”.
Además, han pedido a “las autoridades nacionales, regionales y militares para que actúen no por intereses particulares. Deben recordar que están al servicio de todos los venezolanos y no de una parcialidad política”.
30/08/2021
De igual modo han agradecido a la feligresía, hermanos de otras denominaciones religiosas y a tantas personas de buena voluntad por “las diversas ayudas en especies, desde medicinas y alimentos hasta ropa y otros insumos necesarios”.
“La caridad no tiene límites, ni pone condiciones para practicarla como poco discrimina los destinatarios de las obras de misericordia”, han señalado.
Finalmente “imploramos del Dios Liberador su gracia para que sostenga al pueblo sufrido de Mérida y a todos los que, en su nombre han acudido sin mayor interés que hacer el bien a los hermanos. La Madre de Dios, nuestra señora de Coromoto nos sostenga a todos con su maternal protección”.
SU CONTRIBUCIÓN A UNA GRAN MISIÓN: APOYARNOS PARA LLEVAR LA PALABRA DEL PAPA A TODOS LOS HOGARES