CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Los católicos deberían hacer un "examen de conciencia" sobre cómo usan las redes sociales, cómo permiten que les influyan y sobre las oportunidades que les ofrecen para compartir el Evangelio, construir comunidad y cuidar de los demás, dijo el Dicasterio Vaticano para la Comunicación.
"Por desgracia, la tendencia a dejarse llevar en las discusiones acaloradas y a veces irrespetuosas es común en las interacciones en línea", afirmó el documento del dicasterio, "Hacia la plena presencia: Reflexión pastoral sobre la interacción en las Redes Sociales".
"El problema de la comunicación polémica y superficial, y por lo tanto divisiva, es especialmente preocupante cuando procede de los líderes de la Iglesia: obispos, pastores y destacados líderes laicos", dijo el documento. "Éstos no sólo causan división en la comunidad, sino que también autorizan y legitiman a otros a promover un tipo de comunicación similar".
Firmado por Paolo Ruffini, prefecto del dicasterio, y monseñor Lucio A. Ruiz, secretario de la oficina, el documento se hizo público en una rueda de prensa el 29 de mayo.
Ante contenidos erróneos o divisivos en las redes sociales, decía el documento, "a menudo la mejor línea de acción es no reaccionar o reaccionar con el silencio para no dignificar esta falsa dinámica".
A la pregunta de si no hay algo más activo que el dicasterio pueda hacer, por ejemplo, con un obispo que actúe mal en las redes sociales, Ruffini respondió que no es competencia de su oficina disciplinar a nadie, pero que en general en las redes sociales es mejor no compartir ni comentar contenidos ofensivos, ya que sólo elevan su perfil.
La Hermana Misionera de Xavière Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de Obispos, miembro del dicasterio, dijo que todos en la Iglesia necesitan ser educados sobre las redes sociales y aprender a discernir "cuándo hablar y cuándo no".
Aunque el documento defendía la necesidad de que los católicos se tomen a veces un descanso de las redes sociales para rezar, reflexionar y pasar tiempo con otros en persona, reconocía las redes sociales como un vehículo para compartir los valores del Evangelio y como parte cotidiana de la vida de millones de personas en todo el mundo, incluidas muchas personas de países en desarrollo cuyo único acceso digital son las redes sociales.
Pero también pedía a los católicos que estuvieran plenamente informados sobre sus trampas y reconocieran que las empresas afirman que sus plataformas fueron diseñadas "acercar más a todo el mundo, dar a todos el poder de crear y compartir ideas, o dar voz a todos", cuando, en realidad, son empresas que ganan dinero utilizando las publicaciones de una persona para dirigirles publicidad y vendiendo sus perfiles y datos.
El documento citaba un adagio que dice: "'Si no pagas por ello, entonces el producto eres tú'. En otras palabras, no es gratuito: estamos pagando con minutos de nuestra atención y bytes de nuestros datos".
Las personas también deben ser conscientes, decía, de que el historial de a quién siguen, qué miran y qué buscan alimenta algoritmos que cada vez restringen más las publicaciones, los resultados de búsqueda y la publicidad que reciben.
"La consecuencia de esta personalización de los resultados cada vez más sofisticada es la exposición forzada a una información parcial que corrobora nuestras propias ideas, refuerza nuestras creencias y nos conduce así a aislarnos en 'burbujas' creadas por los filtros", señaló el documento.
El dicasterio pide a los católicos que rompan esas burbujas ampliando deliberadamente sus fuentes de información y tratando de comprender a las personas con las que tienen diferencias.
La creciente sofisticación de la inteligencia artificial, las noticias falsas y las imágenes y vídeos "profundamente falsos" también requieren educación y una mirada crítica sobre lo que la gente encuentra en línea, según el documento.
Preguntado, por ejemplo, sobre la foto generada por IA del Papa Francisco con una chaqueta blanca abullonada y un crucifijo enjoyado que se hizo viral en marzo, monseñor Ruiz dijo a los periodistas que el dicasterio está estudiando formas de dar a la gente "los recursos para saber cuándo están viendo una foto real, un vídeo real o un audio real del Santo Padre y no otra cosa".
Al llamar a los católicos a hacer un "examen de conciencia" sobre el uso que hacen de las redes sociales, el documento dice que el autoexamen debe comenzar por cómo afecta a "tres relaciones vitales: con Dios, con el prójimo y con el ambiente que nos rodea".
Con el documento, el dicasterio lanzó un sitio web -- fullypresent.website -- donde la gente puede descargar el documento, encontrar una guía de estudio del mismo y unirse a una "comunidad de comunicadores de fe" para reflexionar y compartir las mejores prácticas.